En los 90, los pantalones de novia eran sinónimo de bodas civiles: inspiradas en iconos de moda como Bianca Jagger, que se casó con una falda pero con americana, o el esmoquin femenino de Saint Laurent. Las novias de antes del cambio de milenio se ponían los pantalones en bodas urbanas al pasar por el juzgado.
Con el revival de tendencias noventeras los pantalones blancos han vuelto a pasar por el altar, aunque van un paso más allá: las bodas civiles han cambiado de aspecto, la idea de casarse por lo civil no es fría e impersonal, sino llena de personalidad y detalles, y los pantalones son una versión chic y sofisticada de dar el “sí quiero”. Tanto es así que no sólo las novias apuestan hoy por los pantalones: también las invitadas e incluso las damas de honor.
La novia
La novia con pantalones es uno de los hitos de las colecciones 2018. Brilló en Nueva York y en la Barcelona Bridal Fashion Week y es una clara apuesta para el próximo año. No van a dejar de verse tanto en la pasarela como en las bodas reales.
El motivo por el que los wedding pants pegan tan fuerte es porque las novias millennial tienen como costumbre sorprender con dos o más looks y muchas veces se pasan de la falda de línea princesa al pantalón para disfrutar del baile (el cambio siempre después del primer vals de recién casados) y despedir a los invitados después del fin de fiesta.
Ya pases por el altar con pantalones o los reserves para la segunda mitad de la fiesta, no se nos ocurre manera más chic de dar esquinazo al vestido de novia convencional. Por ejemplo, con una versión cropped con top de encaje a juego con el cuerpo del traje de novia y unas bailarinas planas en color negro. Voilá, lista para impresionar.
Si llevas pantalones, además, no hace falta ni que renuncies a la cola. Algunas propuestas incorporan un tren desmontable que se anuda a la cintura con un lazo o con un vuelo de tul asimétrico a modo de péplum. El pantalón de novia total: el mono de una pieza con pantalones de pinza rectos en blanco y cuerpo joya, con tren incorporado. Perfecta y original.
Los lazos, precisamente, han sido una de las tendencias más hot de las nuevas colecciones de novia. Con pantalones se llevan en la cintura, colocado delicadamente sobre el hombro o en una blusa de seda blanca, a modo de pussy bow, con lazada bajo la barbilla.
Aunque sin duda la gran ventaja de casarse con pantalones es el poder de esta prenda de reinventarse en el futuro: si el traje de novia está destinado a ocupar un lugar destacado en tu armario, pero sin que llegues a ponértelo nunca más, el pantalón de novia puede tener muchas vidas más allá del “sí quiero”. Combínalo con unos taconazos y un top en un color potente como el azul cobalto, el rojo, el amarillo o incluso el negro y si optas por un mono como segundo traje de novia, apuesta por looks con un toque distintivo de fiesta, por ejemplo, cambiando el encaje por un estilo minimalista y atemporal, con hombros descubiertos.
La invitada
A diferencia de las novias, los pantalones para invitadas rehuyen del blanco y se refugian en tonalidades joya y grandes estampados, que marcan la diferencia y elevan el look a otro nivel. Deja clara tu elegancia y personalidad con una apuesta diferente.
Piensa en monos con estampados étnicos en colores refrescantes de verano como el verde lima, el amarillo o el naranja vitamina, combinados con unas wedges de esparto y una pamela en texturas naturales. Una combinación exquisita y llena de luz.
El estampado estrella en estos casos son las flores, tanto con monos como en dos piezas con pantalones con prints florales combinados con tops en liso. Potencia este look con un maquillaje y peinado naturales y poco forzados, a juego con el estilo casual del pantalón, reforzando el efecto de los complementos eligiendo accesorios mucho más llamativos, especialmente los zapatos.
Ten en cuenta que este tipo de pantalón, dependiendo del estampado, puede achatar o alargar la pierna: juega con las distintas alturas de tacones y plataformas y no te olvides de comprobar dónde se asienta el bajo de la pata. Nada de mezclar un pantalón palazzo con un tacón kitten.
La opción más versátil, el monoprint. Tienes la posibilidad de combinar las dos piezas con el mismo estampado coordinando así el pantalón y el top. Puedes combinar ambas prendas si son neutras; piensa por ejemplo en un pantalón blanco con flores combinado con una blusa violeta con transparencias, o en un top crudo con estampados con una falda de fiesta en un tono joya y unas sandalias.
La dama de honor
Las damas de honor suelen vestirse al ritmo que marca la novia, que a menudo no sólo elige el color de su vestido sino también su estilo, dejando algo de libertad para que cada una escoja la silueta que mejor le sienta a su cuerpo.
Una fórmula habitual es elegir una colección de cuatro trajes en un color neutro como el nude, para cuatro bridesmaids de personalidades y siluetas distintas y en la que una pueda llevar tirantes, otra un diseño palabra de honor, otra un escote asimétrico y otra un estilo imperio.
Si quieres que tu squad de damas de honor se vista con pantalones puedes hacerlo de dos maneras: incluyendo un único pantalón en este abanico de looks, a juego con los otros vestidos, o pidiendo a todas tus damas de honor que se pongan pantalones en esta fecha, para maximizar el impacto y la sorpresa y sobre todo diferenciar su estilismo del tuyo. Es una opción arriesgada pero puede resultar espectacular, especialmente si todos los monos coordinan el mismo color y estilo del pantalón y únicamente cambian la forma del escote.
Si buscas un look diferente, ya sea como novia o invitada, en esta tendencia encontrarás mucho más posibilidades de las que te imaginas.
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