Los catering siguen ocupando el lugar de distinción de bodas, tal y como sucede desde hace muchos años. Porque, al fin y al cabo, su aportación al mundo nupcial es tan relevante que se han convertido en el principal recuerdo de una boda. En este sentido, Piegallo Catering, situado en la localidad sevillana de Dos Hermanas, se ha postulado como una de las grandes sorpresas del universo del catering, con una apuesta fusión emulsionada con toda la originalidad y creatividad a su alcance, además de un suculento conjunto de extras en materia de organización y decoración.
Un nuevo horizonte
Tras el éxito del catering en el que ejercía como gerente, Fran Jiménez decidió montar su propia empresa, armado de la experiencia adquirida como profesional y acompañado de la personalidad que había configurado durante los años para impregnar en su propio negocio. Así nace Piegallo Catering, en el que Fran Jiménez se coloca como propietario y cocinero principal, con las bodas como grandes eventos a desarrollar.
Experiencia y atención
El buen hacer de Fran Jiménez, protagonista de la historia que trajo a la vida Piegallo Catering, se debe a su experiencia no solo en España, con la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla como punto de partida, sino también en Estados Unidos, Canadá, Alemania, Portugal, Lituania y China, donde ha fraguado su toque estrella. Además, su familia ha destacado durante más de 50 años por su labor en el mundo de las bodas. Así, toda esta experiencia, además de ser clave en su forma de trabajar, le ha permitido aprender del universo gastronómico y de los eventos, madurando una personalidad entregada a ayudar a los demás. Así, en Piegallo Catering ostentan la filosofía de escuchar a sus novios y demás clientes, comprendiendo sus inquietudes y adaptándose su forma de trabajar a cada celebración.
Fusión y tradición
En Piegallo Catering son conocedores de los vaivenes del mundo, con la vista puesta en el campo de la gastronomía. Y en este sentido, la innovación es clave, sin despegar los pies del suelo. Así, algunos puntos fuertes de su cocina versan sobre la cocina fusión a través de elementos de la cocina de la zona, con sabores auténticos llenos de matices identificables que se unen en una sinfonía de sensaciones únicas.
Sin embargo, en el catering saben adaptarse a los tiempos y a sus clientes. Este año, las tendencias han tratado de rescatar los sabores de siempre, fácilmente detectables en el aspecto y en el paladar por parte de su público, que no quiere complicarse en exceso. Ese festival de ingredientes clásicos deben adecuarse a cada plato y Piegallo lo hace a la perfección, sin olvidar los toques creativos que el catering siempre ofrece como parte de su valor.
Mucho más catering
Si bien la calidad de su cocina es la nota dominante de Piegallo Catering, este va mucho más allá con una oferta completa y suculenta a partes iguales. Además de catering, brinda un brillante servicio de decoración, organización, camareros y todo lo que los novios puedan desear para su gran celebración. Y es que, con el paso de los años, la multidisciplina es parte del éxito de muchas empresas que han entendido cuáles son sus puntos fuertes y la manera de explotarlos. En el caso de las bodas, hablamos de un todo que debe caminar por la misma senda y en sintonía, creando una homogeneidad clave para que el evento adquiera una personalidad propia, sin posibilidad de copias. Contratando un servicio que controle todas las fases y trabaje de la misma forma cada una de ellas, el resultado hablará en un solo idioma, pero realmente rico y complejo.
Fran Jiménez ha convertido Piegallo Catering en uno de los servicios nupciales a tener en cuenta. Con toda la experiencia del cocinero y propietario, y la forja de una personalidad delicada en materia empresarial y gastronómica, la aventura con Piegallo merece la pena, sobre todo para asegurar un recuerdo inmaculado de la boda.
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