La misma pasión por la ingeniería fue lo que acabó uniendo a Ana y Anders en Noruega. Ambos empezaron a trabajar en la misma empresa el mismo día, un 13 de agosto, y después de seis años de relación nada ni nadie les ha separado.
Los novios
Ana, para el gran acontecimiento, supo escoger muy bien y se inclinó por el arte y profesionalidad de Cristina, diseñadora de la firma nupcial Valenzuela, quien captó enseguida su idea y le sorprendió con un maravilloso y hermoso diseño; un vestido hecho a partir de una tela antigua que la diseñadora guardaba como oro en paño para crear una pieza única y especial. Debajo del vestido llevó una enagua antigua de su abuela procedente de Cuba de cuando ella vivió allí. Una pieza con la que Ana jugaba de pequeña en casa imaginándose vestida de novia. Un sueño que hizo realidad el día que le dio el “sí, quiero” al amor de su vida.
El velo del vestido de Ana fue el que utilizó su tía Cristina el día de su boda, una mantilla hecha a mano que adquirieron en la conocida calle de Sierpes, en Sevilla. Para Ana, el velo más bonito y especial que ha visto en su vida. Sobre el velo lució un tocado antiguo del anticuario Europa Europa, una corona que restauró su madre y que lució del revés porque el resultado era más espectacular. Después de la cena, la reemplazó por una bonita corona de flores que combinó a la perfección con su rostro.
Ana y Anders se casaron en plena temporada estival, por eso, al ser una boda veraniega, su madre le regaló un precioso abanico blanco de Malvi, Jerez. De pendientes llevó unas joyas de su abuela de oro blanco con brillantes con los que se casó también su madre. Los zapatos fueron unas sandalias metalizadas de piel de Kanna, un diseño chic y versátil que podrá utilizar en futuras ocasiones. Y del ramo de novia se encargó la floristería La Alameda, de Cartagena. Un ramo en forma de cascada que se realizó con sus flores favoritas: margaritas, paniculata y lavanda, siendo esta última una flor muy especial para ella porque le recuerda a su estancia vivida en la Provenza francesa.
Anders, por otro lado, llevó un elegante chaqué de color azul que adquirió en Lomen, tienda de novios de Cartagena. Lo combinó con un chaleco de color crema y corbata color magenta. Su algo especial fueron los gemelos de oro de su bisabuelo materno.
Ceremonia y banquete
El gran día de Ana y Anders tuvo lugar el 22 de julio de 2017 y lo celebraron con una ceremonia religiosa en la Parroquia de Santa Maria del Mar y con una suculenta cena en el Parador del Mar Menor, Cabo de Palos, Murcia.
La decoración del recinto fue al estilo boho-hippie y fue decorado por los propios novios. Llenaron el parador con faroles marroquíes, velas en tarros con arena, caracolas, conchas que recogieron de la playa, letras de LOVE rellenas con luces y flores, tipi para los niños, cruce de caminos con las distancias a los sitios de donde venían los invitados, los centros de mesas con flores de lavanda y arena que también diseñaron ellos, los servilleteros donde pusieron los nombres de cada invitado, su tabla de surf con los carteles de las mesas, un puesto de bebidas con limonada, agua con pepino y una bebida de arándanos típica de Noruega.
Una boda en la que no pudo faltar la bandera noruega y la bandera española. En cada mesa del banquete hubo una acuarela acorde con los invitados relacionadas con lugares donde los novios habían estado. En cada mesa había una acuarela acorde con los invitados relacionadas con lugares donde Anders y yo habíamos estado. En las mesas de los noruegos pintaron unos paisajes de diferentes lugares de Noruega y en las de los españoles, la madre de la novia, pintó sus playas favoritas.
Baile de los novios
De la música de la boda se encargó Mapa, empresa de sonido que colabora con El Parador y fue todo un éxito. El baile lo abrieron con una canción muy especial para ellos, The Ripples de Tommy Ljungberg.
Para el reportaje de la boda, Ana y Anders quisieron confiar en los mejores, y para ello contrataron el arte y talento fotográfico del equipo Instantánea & Tomaprimera, quienes la cautivaron desde hace tiempo con otras bodas que veía ella en blogs del sector. Boda que le gustaba, boda que había sido realizada por este maravilloso equipo que dan siempre lo mejor de sí en este tipo de eventos. Un equipo profesional con experiencia y una gran trayectoria que les dieron seguridad y tranquilidad en todo momento de la celebración, y quienes supieron representar toda la felicidad y el amor que reinaba ese día en imágenes.
Ana y Anders, ¡nuestra gran sincera enhorabuena por vuestro compromiso! Os deseamos toda una vida por delante repleta de momentos buenos y felices.
Lugar de celebración: Parador del Mar Menor | Vestido de novia: Valenzuela | Traje de novio: Lomen | Complementos de novia: Anticuario Europa Europa – Malvi – Kanna | Floristería: La Alameda | Fotógrafo y videógrafo: Instantánea & Tomaprimera
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