¿Quieres una boda de película? Una boda en un embarcadero es una de las opciones que pueden resultar más interesantes para conseguirlo. Al más puro estilo de las películas más románticas, Beatriz y Javier escogieron celebrar su boda en un embarcadero, rodeados solo de la belleza de la naturaleza y de sus familiares más queridos.
Los novios habían mirado los hoteles para boda de Madrid y las mejores fincas para bodas de la capital pero tenían muy claro lo que buscaban. Aunque pudiera parecer complicado encontrar un lugar que se adaptase a sus expectativas, cuando llegaron hasta su fotógrafo de boda, Chema Naranjo, ya tenían claro que ese lugar era un pequeño lago con embarcadero en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, un lugar por el que ya habían paseado en su sesión de preboda.
Para que la boda en el embarcadero con la que habían soñado se hiciese posible, la ceremonia civil se organizó en torno a una carpa en una explanada de césped con vistas al lago. Allí sus invitados fueron testigos del ‘sí quiero’ y de la emoción de un momento con el que ellos tanto habían soñado.
Las fotos de su boda también se hicieron en gran parte en esos exteriores privilegiados que contribuían a hacer de ese acontecimiento, un momento para el recuerdo. Sus miradas y sus gestos demostraban lo mucho que se quieren y la belleza del paisaje que les rodeaba ayudaron al fotógrafo de bodas Chema Naranjo a conseguir las mejores imágenes de su amor.
En definitiva, su boda en un embarcadero fue para Beatriz y Javier un símbolo más de su historia de amor, una historia sencilla, natural, sin ostentaciones que se ha sellado en un marco incomparable.
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