¿Pueden funcionar las parejas con ideales políticos radicalmente opuestos?

¿Cada vez que las discusiones políticas estallaban en las reuniones familiares cuando eras más joven, les hacías una señal a tus primos para encontraros debajo la mesa de la cena? No era porque tuvierais miedo de la tensión entre los de derechas y los de izquierdas de la familia, que se desataba cada año entre la cena y el postre, sino que era más bien aburrido, difícil de entender, y sobre todo, nunca se llegaba ninguna resolución.

Pero algo curioso, es que en aquellas batallas campales, la división no era necesariamente entre hermanos o primos, a veces sucedía dentro de las propias parejas. Esto es así. Las parejas pueden no estar de acuerdo en la política, y no pasa nada, siempre y cuando respeten sus diferencias. Pero dada la dificultad para llegar a un punto común en esta materia, y aunque la comunicación sea integral en las relaciones, tal vez cuando se trata de diferencias políticas, ¿es mejor dejarlo estar?

Las disparidad en materia política pueden funcionar en una relación, pero sólo si ambos son capaces de apreciar las perspectivas de los demás. Las parejas felices y exitosas son capaces de aceptar la influencia de otros. Es decir, que si quieres una relación feliz, deberías escuchar a tu pareja y sus ideas como si su punto de vista fuese interesante. No significa que tengas que estar de acuerdo con todo lo que dice, pero debes aceptar sus opiniones como válidas.

Como cualquier diferencia entre dos personas, ya sea la religión, los niños, o las opciones de estilo de vida, la política puede ser un disyuntor. ¿Pero es realmente una línea infranqueable? ¿En que lugar posicionaríamos entonces el sexismo, el racismo, o la agresión? Si tu pareja respeta tu opinión, incluso si no está de acuerdo con lo que sientes sobre la Constitución, probablemente sea negociable. Por supuesto, eso no significa que no suponga un desafío para la relación. Sobre todo si nos referimos a ciertas cuestiones, como el derecho de una mujer a elegir.

Esto dependerá mayormente de la flexibilidad de cada persona y si pueden respetar la postura del otro. El hecho de que alguien favorezca a un partido político no significa que crean todo lo que el partido cree, así que es importante encontrar un terreno común, ya sea sobre los asuntos en los que estáis de acuerdo o los valores que compartís. Si piensas que son”estúpidos” o que tu pareja es “ignorante” por sus creencias, definitivamente no tendrás una relación muy saludable.

Entonces, ¿qué debes hacer si te sientes interesado por alguien que tiene diferentes creencias políticas a las tuyas?

Para empezar, si es tan importante para ti, no pienses: “Oh, ya lo averiguaremos en el camino”. Saca el tema a relucir, y si tenéis puntos de vista muy diferentes, mejor explicados lo antes posible, antes de que el amor tome el control de vuestro cerebro. Pero también debéis discutir cómo podría afectaros como pareja, o cómo vuestras diferencias políticas podrían afectar a vuestra relación, y ser lo más concretos posible. Por ejemplo, si eres de derechas, y te opones al matrimonio gay, y tu cita es de izquierdas, y tiene un amigo gay que quiere casarse, ¿asistirías a la boda? ¿Serías capaz de dejar a un lado tus creencias personales para apoyar a tu pareja, como él o ella apoyan a su amigo? O qué sucedería si te quedases embarazada, ¿crees en el aborto? ¿Qué pasa si tu cita no?

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Foto: Roberto Amorós

En realidad, puede que deseéis marcharos antes de que incluso empezar a conversar, pero cuando se habla de política con una pareja o una pareja potencial, nosotros os recomendamos escuchar tanto como hablar. Es importante dar a los pensamientos, las ideas, y las creencias de vuestra pareja la misma credibilidad que vosotros quisierais para las vuestras. ¿Suena justo? Evalúa cómo te sientes. No tienes que estar de acuerdo con tu cita, pero es importante entender su perspectiva. Si podéis, respectivamente, no estar de acuerdo y entender por qué creéis en lo que decís, es una señal prometedora de que podéis hacer que funcione. Verlo como una manera de conoceros, quizá es una cuestión de perspectiva.

No te permitas enfadarte. Un intercambio saludable de ideas es parte del crecimiento. Si una pareja puede explorar los valores y creencias de otro, es fácil que se sientan estimulados para saber más sobre la otra posición. En realidad puede ser una buena manera de llegar a conocerse más profundamente.

Es importante abordar la conversación desde la perspectiva de que aunque la otra persona no puede estar de acuerdo contigo, sus ideas son tan válidas como las tuyas. No hagas las suposiciones. Derechas o izquierdas son solo etiquetas. Demasiado a menudo, hacemos suposiciones basadas en estas palabras sin realmente llegar a conocer a la persona primero. No asumas que debido a que tu pareja no ha tenido las mismas experiencias que tú, no pueda tener una perspectiva válida. Del mismo modo, no asumas que va a cambiar su mente, tanto como tú pudieras querer. Ellos son su propia persona y es irrespetuoso creer que podrías o deberías cambiarlos. Las relaciones necesitan respeto mutuo para prosperar, y sin importar tus creencias políticas, no puedes luchar contra eso. Descubre los 6 sentimientos que debes tener antes de casarte.