Así, a simple vista puede parecer una pregunta que debería ser respondida por actores o profesionales del mundo del cine y/o la televisión, pero ¡no! Se trata de una cuestión que aunque parezca tonta, puede pasar por tu cabeza en algún momento previo a la boda.
Pues bien, como no queremos que te quedes con las dudas hemos planteado varias cuestiones a profesionales del mundo de la fotografía de boda para que resuelvan las tuyas (y las nuestras) acerca del tema. Y es que aunque parezca algo obvio, ¿qué se debe hacer, en realidad, delante de las cámaras por primera vez?
¿Cuándo hay que ponerse delante de las cámaras?
“En las bodas que realizamos, los novios están todo el tiempo delante de las cámaras, pero ellos no se dan cuenta. Podríamos decir que son evidentemente conscientes de ello cuando hacemos el reportaje de los dos solos, que nosotros dedicamos un rato no demasiado extenso, pero lo suficiente para que ellos estén relajados y todo fluya cómodamente”, declaran desde Momem Fotografía. Sólo tenéis que hacer algo muy sencillo y que ya sabéis: ¡disfrutar!
Del mismo modo opina José Castaño que dice que más que actuar o ponerse delante de la cámara, hay que dejarse llevar e ir disfrutando de cada momento con tranquilidad para, al final, olvidarse de las cámaras y mostrar con naturalidad a cada pareja.
Es decir, que lo mejor es que seáis vosotros mismos, os riáis y divirtáis como soléis hacer en el día a día. Un error es buscar constantemente al fotógrafo o al videógrafo con la mirada, ¡no lo hagáis!
¿Qué aconsejáis para perder los nervios?
El fotógrafo Sergio Cuesta cuenta que por experiencia propia, los nervios nunca tienen que ver con el fotógrafo, sino con la boda en sí misma. Él recomienda no intentar que todos los invitados queden contentos a toda costa. “Siempre habrá tres o cuatro que quedarán descontentos y es inevitable. Es vuestro día y los demás son invitados, quien os quiera disfrutará”, explica.
Para JC Más que Fotografía es indispensable establecer una relación con la pareja, que se sientan cómodos y tengan confianza. “Mostrarles que no eres sólo el que esta detrás de una cámara, sino que eres José Castaño una persona que conoce su historia, que se alegra de formar parte de su gran día y que quiere sacar lo mejor que conoce de ellos“, apunta el profesional.
Por su parte desde Momem Fotografía señalan que lo más importante es que los novios confíen en el fotógrafo, para que no les vean como una cámara y que piensen en aprovechar ese momento como recién casados, a solas con ellos, que os van a ayudar para que estéis cómodos en todo momento.
Los profesionales de LuzGrabados, Lidia y Sebastián, trabajan capturando imágenes naturales, honestas y de calidad. Su objetivo es inmortalizar cada detalle, gesto y aquellos momentos que reflejen la alegría que viven los novios y sus invitados. “Además de nuestras cámaras, nuestra herramienta principal es la implicación y cercanía en los reportajes, las imágenes y sus protagonistas”, detallan.
¿Es bueno hacer una preboda? ¿Por qué?
“Desde mi punto de vista sí. Las prebodas son buenas para conocer de primera mano el trabajo del fotógrafo. Aunque te lo hayan recomendado, aunque lo conozcas de la boda de tu hermana… Siempre tendrás la duda de qué resultado esperar. Así que al ver las fotografías de la preboda, con vosotros como protagonistas estaréis más tranquilos y tendréis más confianza”, comenta Sergio Cuesta.
En Momem Fotografía son partidarios, sobre todo, de las prebodas, ya que a algunas de sus parejas les sirve para soltarse delante de la cámara y que vean cómo funciona de cara al día de la boda. Además de que es una buena oportunidad para tener unas fotos profesionales de los dos.
¿Y una postboda?
Las postbodas a mí, personalmente, me gustan porque de ese modo suprimo los posados del día de la boda y los novios pueden dedicarse a disfrutar más de su gran día. Luego, ya con calma, vamos un día a hacer bonitos posados sin prisas ni estrés”, dice Sergio Cuesta.
Y es que al final este tipo de reportaje son distintos, no se está tan pendiente del reloj como el día de la boda, lo cual ayuda a calmar los nervios y dejar que las cosas surjan de manera más natural. “También cuentan con la posibilidad de elegir una localización en el que, por tiempo o distancia, no sería posible hacer el reportaje el día de la boda, con lo que no renunciamos a nada y el resultado es un reportaje lleno de los lugares y momentos mas especiales de cada pareja”, añade José Castaño.
¿Qué sucede si no se está cómodo? ¿Qué hacéis como profesionales?
Se trata de una situación que sucede, sobre todo, por falta de confianza con el fotógrafo o los fotógrafos. “En la entrevista inicial ya se sabe si uno o ambos de los novios van a estar incómodos y en esos casos se les recomienda una sesión preboda. Pero, en cualquier caso, no es obligación de los novios sentirse cómodos, es obligación del fotógrafo hacer que los novios se sientan cómodos”, explica Sergio Cuesta.
Desde Momem Fotografía comentan que si alguien no está cómodo delante de una cámara, no hay que forzar la situación, sino que hay que encontrar el modo de que esa persona lo esté, bien sea con palabras o con juegos o, sencillamente, aconsejar hacerlo en otro momento.
Ahora que ya tienes algunos apuntes de lo que puede suceder y cómo solucionarlo sólo te queda aprovechar y saber cómo salir perfecta en las fotos de tu boda o cómo convencer a tu novio de hacerse una sesión preboda. ¡Pensad que es un momento vuestro, único y que no se repetirá!
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