Te casas con la mujer/hombre de tu vida y no puedes estar más feliz. Pero ahora empiezan los preparativos, ese cúmulo de caóticas partidas que te harán reír y estresarte a partes iguales. Y una de ellas no depende ni de proveedores ni de plazos, sino de ti: ¡los invitados!
Te costará bastante diseñar un plan perfecto y sin fisuras para que todos quedéis contentos. Sin embargo, aun así, quizá hayas pasado por alto alguna cosa: ¡tus ex, por ejemplo! Porque ex, “haberlos, haylos”, y no siempre se sabe muy bien qué hacer con ellos. ¡Nosotros te ayudamos!
Razones por las que SÍ invitar a tus ex
Seguro que muchos se han llevado las manos a la cabeza al pensar en esta posibilidad, pero hay muchos tipos de personas, de ex y de situaciones.
1. Cuando fue un amor de adolescencia
O de la infancia, o de esos líos tontos que surgen en un viaje de fin de curso, en las ferias del pueblo o en ese verano particularmente especial que duró lo mismo que vuestra historia. En esa caso, vuestro amor, ya fuera intenso o un capricho, es hoy una situación de comedia entre vosotros o en el propio grupo de amigos. Está tan alejado en el tiempo que solo forma parte del recuerdo. No habría ningún problema en invitar a ese ex, siempre y cuando no haya sentimientos que puedan peligrar la comodidad de la boda.
2. Que todos estén cómodos con su presencia
¿Molestará a alguien la invitación de esta persona? ¿A alguien le parecerá raro y fuera de lugar? El 100% de los invitados deben aceptar la idea de que esa persona asista, o al menos aquellos que sean verdaderamente importantes (novios, padres, suegros, amigos y familiares cercanos). Ponte en el lugar de todos ellos y piensa cómo se sentirían si esa persona acudiese, aunque a ti ya no te produzca ningún sentimiento. Si existe la mínima duda, elimínalo/a de tu lista y se acabó. Seguro que él/ella lo entiende.
3. Si tu ex fue tu mujer/marido y hay hijos implicados
Un asunto complejo, muy complejo, que solo puede darse si el divorcio fue amistoso y actualmente os lleváis bien. Los niños, que deben asistir a la boda, quizá se sientan nerviosos o extraños y necesiten estar junto a su madre o padre durante ese momento. En ese sentido, es factible, pero habría que valorar muy bien la relación entre los divorciados y la del ex con la nueva pareja. Si Ross Geller (Friends) pudo ir a la boda de su exmujer con otra mujer (y mira que se llevaban regular), quizá tú puedas dar ese paso.
Razones por las que NO invitar a tus ex
Lo normal es no invitar a tu ex y hay muchas más razones para ello. Aquí tienes varios ejemplos.
1. Si la relación acabó mal, aunque tengáis grupos en común
Resulta obvio, pero te lo advertimos por si acaso: no invites a tu ex si la dejaste y aún está resentido/a o si te dejó y tardaste tiempo en superarlo. Ahora estás con otra persona, pero donde hubo fuego, cenizas quedan, más si una de las dos partes sufrió. ¡No te arriesgues a la irrupción de sentimientos que no tocan en ese momento! Y, si no, que se lo pregunten a Rachel y Ross en la boda con Emily (por si no lo recuerdas, Rachel acudió a la boda y Ross dijo su nombre, aunque no era la novia).
2. Cuando el 100% de los invitados no está cómodo
Esto se da cuando los ex pertenecen a un grupo o similar. Pero teniendo en cuenta que las nuevas parejas no suelen mirar con buenos ojos a los ex, el asunto se suele cerrar lo suficientemente rápido como para no pensar demasiado en él. Si la ruptura no fue buena del todo, la familia seguro que tampoco está cómoda con su presencia allí, independientemente de quién sufriera más (más si pertenece a su familia). Si hay incomodidades, está claro que la cosa acabó regular (como mínimo) o que existe algún tipo de resentimiento por parte de alguien.
3. Si tienes dudas sobre cómo actuará
Hay ex que acuden con sus parejas y no pasa nada, lo cual demuestra que han pasado página. Pero hay otros que generan dudas sobre cómo ha superado la relación. Es entonces cuando asistes a tu propia boda con miedo a un posible numerito que te avergüence, te incomode y que arruine la boda. Incluso pueden salir trapos sucios, incomodidades y verdades ocultas que, por culpa de los celos, salgan a la luz y fastidien incluso la relación que estás a punto de sellar con el matrimonio. Y, con el alcohol, todo puede ser mucho peor, más si esa persona suele desatarse o entristecerse bajo la influencia del mismo. Si tienes dudas de este estilo: NO rotundo.
4. Cuando te preocupa su cita
En las bodas se suele poner el “+1” de rigor y no siempre se conoce del todo a la persona que vendrá de acompañante. ¿Qué pasaría con la de un ex? Si vuestra relación es normal y conoces bien a la nueva pareja, no tiene por qué pasar nada especial. Pero si no sabes nada sobre ella, ¿quién sabe cómo podría actuar? Quizá te reproche que hicieras daño a su chico/a o se jacte de que te dejó. ¡Cualquier cosa rara es posible!
5. Si continúa siendo solo “tu ex”
Tu ex no debe ser tu ex, sino una persona más que has invitado a la fiesta. Si todavía lo ves como ex y no como amigo/a, quizá no se haya cerrado del todo esa puerta. ¿Por qué presentar a tu abuela a esa persona como “tu ex”? ¿A quién ayudará esto? Evita momentos incómodos en tu día especial.
Ahora que sabes qué puede llevarte a invitar o no invitar a tu ex, léete varias veces el artículo y considera seriamente este asunto. Ante la duda, ya sabes: NO. Lo entenderá.
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