Si no lo sabes, estás a punto de averiguarlo. ¿Cómo? La estadística y la sociología han unido fuerzas y han hablado, reforzados con una serie de investigaciones que explican las tendencias que vamos a mostrarte a continuación.
El responsable es el estadounidense Nick Wolfinger, de la Universidad de Utah, que publicó su teoría en el Instituto de Estudios Familiares y estableció una edad perfecta para unirse en matrimonio. ¿Cómo? Basándose en el porcentaje de divorcios según la edad. ¡Sigue leyendo!
32, el número mágico
Entre los 25 y los 29 años, el porcentaje de divorcios es del 15%, mientras que entre los 30 y 34, el porcentaje es de 14%. Con estos datos, se establece que la horquilla perfecta para unirse en matrimonio es entre los 28 y los 32 años, dejando esta última cifra en la edad perfecta para tomar esa gran decisión. Los matrimonios que empiezan a los 32 años tienen el menor riesgo de divorcio.
Ni pequeños ni mayores
El intervalo 28-32 y esta última edad son perfectos por múltiples razones. En primer lugar, a esta edad las personas no suelen tener un pasado muy serio, es decir: no es normal que haya hijos o matrimonios anteriores y, por ende, vidas alternativas y problemas que dificulten esta aventura. Además, «no son tan mayores, en el sentido de que todavía pueden cambiar un poco para ajustarse a la pareja en cuanto a hábitos, estilo de vida y objetivos comunes”, cuenta Wolfinger.
Sin embargo, sí tienen la experiencia suficiente para haber tenido relaciones y saber qué quieren en la vida en este sentido, dejando a un lado la impulsividad del principio de la década de los 20. Como dice el experto, estos jóvenes “han hecho ya suficientes decisiones importantes en la vida y tienen responsabilidades. Además, con bastante probabilidad, son ya solventes desde un punto de vista financiero”. Es, por tanto, el intervalo perfecto.
¡No tengáis prisa!
Con el intervalo de 28 y 32 años como referencia y los 32 en el horizonte, también es bueno saber qué ocurre antes y después de dicha cifra. Las bodas prematuras, cuyos responsables tienen 20 años, tienen un riesgo de divorcio del 34%. El porcentaje es alto y disminuye según se acerca al intervalo líder en materia sentimental. Entre los 20 y los 24 años, el porcentaje desciende al 20%. A esa edad, el ser humano es impulsivo, sobre todo si siente el azote del amor, a menudo imprevisible e incomprensible. Por ello, sus decisiones quizá no estén lo suficientemente meditadas y sus escasas experiencias no le hayan permitido todavía encontrar a su media naranja o, incluso, saber a quién quiere para compartir su vida.
¡No os retraséis demasiado!
Como todo en esta vida, los extremos no son buenos y es lo que sucede también en el terreno marital. De hecho, el estudio capitaneado por Nick Wolfinger saca a relucir que, a partir de los 32, el porcentaje de riesgo de divorcio vuelve a subir en un 5% cada año. Sin embargo, la teoría de Phillip Cohen, de la Universidad de Maryland, sostenía que el rango de edad para casarse con menos probabilidades de divorcio es el que va desde los 45 años a los 49: “Hacerse mayor no significa que tu matrimonio tenga menos posibilidades de sobrevivir”, afirma. Evidentemente, hay parejas que se conocen tarde y ello no indica que vayan a quererse menos. De hecho, muchos segundos matrimonios se dan mucho más tarde y son muy felices.
¿A qué tipo de personas afecta más el divorcio?
El sexo, la religión y la raza no afectan a esa teoría, lo que demuestra, una vez más, la igualdad de todas las personas a pesar de sus diferencias. Sin embargo, el estudio analizado advierte de varias cosas. En primer lugar, que convivir en pareja antes del matrimonio ayuda a prevenir el divorcio, así como esperar y tener los hijos después del mismo. Seguidamente, la seguridad económica y los estudios universitarios de os contrayentes también contribuirían a evitar esa tendencia.
La ciencia es sabia y suele acertar habitualmente, aunque siempre hay espacio para la improvisación. Los 32 es la edad ideal para casarse según este estudio, pero el mundo es tan maravilloso que los terrícolas están abiertos a todo tipo de sorpresas.
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