La de Aida y Xavi es la historia de una de esas parejas cuyo amor se gestó a fuego lento. Sus padres, e incluso sus abuelos, se conocían de toda la vida, y ellos mismos se conocían desde pequeños, aunque no fue hasta que de adultos volvieron a coincidir, en un club de tenis con amigos comunes cuando surgió el amor.
La pedida de mano, un momento que todas las mujeres atesoramos, se produjo de la manera tradicional y romántica que a todas nos gusta: tras una cena en un restaurante, a partir de entonces más especial si cabe para la pareja.
Una vez que decidieron dar el paso, para Aida comenzó la búsqueda de ese elemento que siempre se convierte en el foco de atención de toda boda: su vestido de novia. El modelo elegido, un precioso diseño de Raimón Bundó, sencillo pero muy elegante, tal y como nos cuenta la propia novia: “Era un vestido de tirantes con una caída muy natural. Estaba realizado en seda, y en la falda había unas tiras de pedrería a juego con los tirantes que tenían el mismo detalle. Tenía un poquito de cola y eso sí, muchos botones en la parte trasera”. Como complemento y para darle un toque más tradicional, Aida apostó por un velo de tul de seda. “Desde el primer momento supe que quería casarme con un velo y cuando lo vi, lo tuve aún más claro”, recuerda.
Como joyas, Aida lució su anillo de compromiso, un diseño exclusivo en diamantes y oro blanco diseñado para ella por una amiga de Xavi. Ella fue también la encargada de diseñar las alianzas. Unos pendientes de la joyería Rabat u una cruz de diamantes de la misma firma, que llevó durante la cena completaban el conjunto.
Aida tampoco descuidó dos de los complementos estrella de las novias. Así, para sus zapatos, apostó por unas sandalias en color dorado con detalles glitter de Jimmy Choo y para su ramo de novia, confió en Com&Gou que crearon para ella un bouquet en tonos rosas con algunos toques de color. “Lo dejé todo en sus manos y el resultado me encantó”, cuenta.
Para el peinado y el maquillaje, la novia se puso en manos de los profesionales de Infashion. Una preciosa y sencilla trenza fue la opción elegida para su cabello, aunque tras la cena el peinado se convirtió en dos trenzas en forma de corona en las Aida colocó mi tocado, unas floras blancas hechas de la misma tela que su vestido de novia de Rius de Forns. En el maquillaje, como en el peinado, Aida quiso verse natural y los tonos neutros fueron protagonistas.
Por su parte, Xavi dejó de lado el clásico chaqué y apostó por un traje de Timantti hecho a medida que complementó con unos gemelos de Montblanc de la joyería Rabat, un reloj de su abuelo y zapatos de Hugo Boss.
Para la ceremonia religiosa, Aida y Xavi optaron por la Iglesia de la Purísima Concepción que decoraron. Allí se produjeron algunos de los momentos más tiernos y emocionantes del día, sin faltar, por supuesto, los intercambios de miradas y caricias de los novios y la salida del templo que las cámaras de Kissandchips se encargaron de fotografiar.
Tras el sí quiero, y mientras sus invitados se dirigían al lugar del convite, Aida y Xavier se marcharon acompañados por los profesionales de Kissandchips quienes capturaron sus primeros momentos como marido y mujer en preciosas imágenes. “ Teníamos claro que serían ellos, sobre todo después de la sesión preboda, cuando nos hicieron sentir muy cómodos”, recuerda Aida. “La elección del fotógrafo no pudo ser mejor”.
Para el banquete y la fiesta posterior, Aida y Xavi apostaron por Mas Bonvilar, una preciosa masía a las afueras de Barcelona. Del catering se encargó Can Jubany, mientras que los propios novios, junto a Estefanía, de Miss Cavallier y a los floristas de Com&Gou se hicieron cargo de la decoración. “Para los centros de mesa, queríamos salir de los tópicos así que escogimos unos cajoncitos de cerámicas llenos de flores. Y sobre todo, muchas velas por todas partes”, cuenta Aida.
Y tras el convite llegó el baile de los novios a ritmo de la canción “Can you feel the love tonight” de Elton John, que después dio paso a la fiesta, de la que tanto Aida y Xavi como sus invitados disfrutaron hasta la madrugada. ¡Enhorabuena a los dos y gracias por compartir vuestra boda con nosotros!
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