Ambos del mismo pueblo se conocían de vista pero no comenzaron a tener relación hasta muchos años después, poco a poco se fueron conociendo hasta que en las fiestas del pueblo José le confesó su amor. ¡Desde entonces no se han separado!
Los novios
En 2013 y por sorpresa para Isa, José preparó un viaje a Tenerife, un lugar al que a la novia le hacía mucha ilusión conocer, y allí le pidió matrimonio. La fecha elegida para el gran día fue el 26 de julio de 2014 en el Hotel Jardines La Tejera, en Olula del Río (Almería). Isa escogió un vestido de novia de Pronovias, el modelo Laberne de la colección Fashion, compuesto de tul y pedrería de nácar de estilo años 20.
Como joyas lució unos pendientes de plata, un anillo de pedida de Joyería Isabel y la alianza de oro blanco de Joyería José Luis. Los zapatos eran unas sandalias en color blanco roto de Pura López que sustituyó en el momento del baile por unas cuñas más cómodas de Blanco de Novia.
Como ramo de novia, Isa cuenta que quería un ramo diferente y personal, que la representara y que fuera un diseño sencillo pero elegante. Persa Floristas captó la idea a la perfección y consiguió un precioso ramo de hortensias blancas.
El maquillaje fue obra de Visagre Almería y el peinado de Urban Color, con los que la novia lució radiante en su entrada a la ceremonia. Una ceremonia civil llena de momentos especiales capturados por Germán&Vero Fotógrafos, grandes profesionales gracias a los que los novios guardarán siempre bonitas instantáneas de su gran día. Los novios se prometieron amor eterno intercambiando las alianzas colocadas sobe un camioncito personalizado y hecho a medida por Con Lluvia y Con Sol.
La ceremonia
El banquete
Tras darse el sí quiero, la pareja, junto con sus invitados, pasó a degustar las delicias que los profesionales del hotel prepararon a prueba de los paladares más exigentes. La decoración de la celebración fue perfecta, la boda estuvo llena de paniculata, yedra, rosas blancas y lisianthus morados. ¡Un escenario de ensueño que creó un ambiente idílico!
La decoración de las mesas fue diseño de la propia novia. Colocó centros de flores en tonos blancos y morados a juego con la boda, una caja en cada mesa y un cartel que decía: ¿cuál es la receta de un amor duradero? Déjanos la tuya. “De este modo, lo que pretendíamos era que nos dejaran un mensaje a modo libro de firmas”, cuenta Isa. Los meseros eran una foto de la sesión de preboda y cada número significaba algo, por ejemplo mesa 1: un día especial; mesa 8: las letras de un te quiero; mesa 10: 10 años de novios… ¡Una idea muy original que sorprendió!
Como baile escogieron siete canciones, sí, ¡siete! Eligieron todos los estilos para deleitar a los invitados con un momento muy divertido. ¡Nadie lo esperaba y todos se lanzaron a la pista a bailar! “La gente hoy aún nos siguen diciendo que la boda estuvo genial pero que el baile fue lo más”, confiesan los novios.
Fue una boda muy especial en la que Isa siempre llevó el recuerdo de las personas que no le pudieron acompañar, como su padre, a quien tuvo presente durante toda la celebración. Desde Zankyou les damos la enhorabuena y les deseamos toda la felicidad del mundo.
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