Hoy, por fin, puedo enseñaros la boda de alguien muy especial en Zankyou. Nuestro compañero Roberto se casaba el 11 de julio de 2015 con el amor de su vida, María, y muchos amigos de la oficina tuvimos la suerte de compartir con ellos ese gran día. Se conocieron hace más de diez años a través de la hermana de ella y el mejor amigo de él. Después de muchos años juntos, compartiendo mil y una experiencias, Rober le pidió matrimonio, el 14 de febrero de 2015, en la finca familiar de María en Salamanca, un lugar muy simbólico para ellos.
¿Qué decir de esta pareja? Llevan muchísimos años juntos y cuando estás con ellos sólo ves complicidad, confianza y mucho amor. Lo único que les separa es su pasión por los dos principales equipos de fútbol de la capital. María es fiel seguidora del Real Madrid y Rober un forofo del Atlético, el típico colchonero amante de su club. ¡Su “rivalidad futbolera” ha sido la protagonista en la temática de la boda!
Los novios
Para el gran día María eligió un vestido de novia de Rosa Clará con escote corazón, cinturón con pedrería y falda con volantes que aportaban volumen y movimiento al traje. Para la celebración de la ceremonia en la iglesia y la cena optó por añadir un cuerpo de encaje sobre el vestido. Para completar el look, lució el anillo de pedida que le hicieron en la joyería de un buen amigo y los pendientes, de plata y nácar de Maite Cárdenas, eran un regalo del novio.
Otro complemento también muy especial para la novia fue el bouquet, de margaritas y rosas, que llevaba una pequeña estampa de su abuelo. Tanto el ramo de flores como la corona, desde donde salía el velo, eran de La Sastrería de las Flores.
María optó por llevar el pelo suelto y, simplemente, recogérselo un poco, con la corona de flores, para despejar el rostro y así lucir los pendientes que Roberto le había regalado. Habitualmente siempre va con el pelo suelto y por eso quiso seguir siendo la misma el día de su boda y no cambiar demasiado su estilo diario. Cuando yo le preguntaba a Rober cómo quería que fuera María peinada el día de la boda, él siempre me respondía: “con el pelo suelto”. ¡Así que no pudo estar más acertada! Para el maquillaje y el peinado confió en Magnetique Make Up. Los zapatos eran de Pura López.
Roberto se hizo el chaqué azul marino a medida en la Sastrería Jajoán. Un look clásico al que le puso un toque de color con los tirantes y la corbata, ambos azul marino, con lunares rojos. A la camisa blanca le añadió un pequeño detalle personalizado bordando las iniciales de ambos: “R y M”, en el puño.
La ceremonia
La boda religiosa se celebró en la Iglesia Nuestra Señora de Covadonga, en el centro de Madrid. Una ceremonia muy emotiva en donde algunas de las compañeras de Zankyou soltaron unas cuantas lagrimitas de emoción.
Un detalle que todos recordamos, teniendo cuenta que la boda se celebraba en pleno julio y el calor sofocante que suele hacer en esas fechas en la capital, fue que los novios pusieron botellas de agua fría a la salida de la iglesia. Una idea sencillísima que nos salvó de la calurosa espera hasta que los novios salieron de la iglesia. ¡Se lo agradeceremos siempre!
Después de la iglesia los novios fueron directamente al lugar que eligieron para el banquete, Fuentepizarro, un edificio emblemático y muy exclusivo de principios de siglo XX, rodeado de árboles centenarios y una frondosa vegetación situado en Collado Villalba. Allí se hicieron el reportaje fotográfico que les quedará de recuerdo para toda la vida. Las fotos, de Mira Fotografía, consiguen transmitir la felicidad de los novios y su complicidad a la perfección. ¡Han quedado preciosas y los novios estaban guapísimos!
El banquete
La gastronomía de este espacio está a cargo de Pepe Rodríguez Rey, Estrella Michelín y Premio Nacional de Gastronomía. El cóctel, abundante y perfectamente servido, estaba espectacular. Normalmente no suelo disfrutar mucho de este momento, porque no se suelen acordar de preparar algo sin gluten para quienes lo necesitamos y, por lo general, quienes tenemos este tipo de intolerancia, terminamos tomando jamón ibérico. Pero en esta ocasión los novios, a los que no se les pasó ni un solo detalle en toda la boda, se acordaron de mí y encargaron a los camareros tener preparada una gran variedad de pinchos perfectamente adaptados, ¡cosa que agradecí infinitamente!
Durante el aperitivo también pusieron una mesa de cócteles y mojitos que tuvo muchísimo éxito y que todos lo invitados disfrutaron, sobre todo, ¡los más jóvenes!
La temática elegida para el seating plan y la decoración de las mesas fue el fútbol, y las mesas estaban señalizadas con los nombres más míticos y reconocidos de ambos equipos. Para la decoración (manteles, cartelería, minutas…) María y Roberto contaron con la ayuda de La Colombine.
La celebración estuvo llena de sorpresas que los novios nos tenían preparadas a todos los invitados y otras varias que prepararon amigas de la novia para ellos. Hubo una suelta de globos entre todos lo asistentes en el momento en el que los novios accedían a la zona de las mesas para la cena. El resultado de ver todos los globos volando por el cielo era impresionante. Las cuatro mejores amigas de María, que eran las damas de honor, prepararon unas significativas palabras y los novios no pudieron contener la emoción.
Como detalle para los invitados los novios optaron por un gesto benéfico para la Fundación Theodora, con la que María ha tenido una conexión muy especial desde muy jovencita, y a la que no duda en apoyar siempre que tiene la oportunidad. La fundación está compuesta por artistas profesionales “Doctores Sonrisa” de ámbitos diferentes (payasos, magos, cuenta-cuentos, músicos, actores…) que adaptan sus conocimientos artísticos al trabajo en los hospitales con el objetivo de hacer esta estancia más humana. Los Doctores Sonrisa no son médicos, no realizan terapia, pero su trabajo tiene un efecto terapéutico, y desde luego a nosotros nos hizo pasar un momento divertido al vernos todos los allí presentes con la nariz roja.
El baile de los novios
Para la apertura del baile los novios eligieron Show Me Heaven de María McKee. Estaba previsto que el último autobús, que llevaba a todos los invitados de la boda de vuelta a casa, saliera de regreso hacia Madrid sobre las cinco de la madrugada, pero el ambiente estaba tan animado y la zona de baile tan concurrida que la gran mayoría de los amigos no quisieron marcharse de la boda y abandonar a los novios, más animados aún, hasta casi las siete de la mañana. ¡Todo un exitazo!
Fue una boda en la que no faltó ni un solo detalle, todo salió perfecto y hubo miles de momentos especiales. Y es que cuando los novios preparan su gran día con tanto cariño y dedicación como lo hicieron María y Roberto, el resultado solo puede ser una boda tan especial como ésta. ¡Enhorabuena a los dos y gracias por compartir con nosotros vuestro gran día!
Si te ha gustado esta boda no te pierdas la boda de Laura y Gonzalo o la boda de María y Jesús.
¡Un abrazo!
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