La historia entre Susana y Gabriele empezó en el hospital donde él trabajaba. Ella acudía todos los días a visitar a su abuelo y él era el responsable de informarle a cerca de su estado de salud. Desde el primer día en el que se vieron ambos supieron que estaban hechos el uno para el otro. Seguros de lo que estaban sintiendo, siguieron manteniendo el contacto consolidando una relación llena de confidencias. Años más tarde esta pareja se daba el “sí, quiero” más importante de sus vidas.
Se casaron en La Quinta de Illescas, un lugar que consideraron único por su cercanía a Madrid y la posibilidad de poder celebrar en el mismo lugar la ceremonia religiosa y la posterior fiesta.
Los novios
Para el gran día, la novia lució un bonito y sencillo vestido de Albachiara. En los pies llevó unos zapatos confeccionados a medida y totalmente personalizados de la firma Resán. Completó el look con unos pendientes de su abuela y el anillo de compromiso, regalo de Gabriele.
Para el peinado, Susana optó por un elegante recogido bajo que resaltaba su belleza natural. El maquillaje en tonos claros le daba un toque singular y fresco, que la hacía estar radiante. En cuanto al ramo, la novia eligió una composición de rosas blancas.
Por su parte el novio, llevó un taje de David Uomo en color azul acompañado de un chaleco, una corbata en tonos similares y una camisa blanca. Los zapatos y demás complementos eran de una tienda artesanal de la ciudad de Nápoles (Italia).
La ceremonia y el banquete
Tanto la ceremonia como el banquete tuvieron lugar en La Quinta de Illescas, un lugar único y mágico en el que los novios pudieron celebrar por todo lo alto junto a amigos y familiares uno de los días más esperados. Su paraje natural y su estilo diferente fue lo que hizo que esta pareja se decidiera por esta finca para celebrar su enlace.
Celebraron una boda muy original y llena de sorpresas, empezando por la misa que se ofició en dos idiomas (español e italiano) puesto que había invitados de las ambas nacionalidades. ¿El lugar? La romántica capilla que ofrece la finca, con capacidad para 150 personas.
Algunos de los invitados sorprendieron a los novios con dibujos personalizados sobre cómo es una boda típica en Italia y en España, un periódico que la familia de la novia hizo especialmente para ese día, así como una tarta que representaba el momento en que Gabriele le pidió la mano a Susana en un viaje sorpresa. Sin duda, toda una mezcla de costumbres culturales, que hizo de este día algo muy especial.
Para inmortalizar cada momento de la boda, los novios contaron con los profesionales de Instantánea & Tomaprimera. Gracias a su equipo de fotógrafos, que supieron plasmar a la perfección todos los sentimientos y emociones vividas durante la boda, Susana y Gabriele pudieron tener un reportaje fotográfico que les permite recordar siempre que quieren cada instante como si fuera ayer.
Baile de los novios
Para poner el broche final a un día muy especial, los novios sorprendieron a los invitados con una combinación de dos bailes. Empezaron con la canción Io non so parlar d’amore, del Italiano Adriano Celentano, que fue interrumpida por unas sevillanas, dejando a todos los presentes con la boca abierta.
Así termina uno de los días más felices para esta pareja. Una velada perfecta con la que daban comienzo a una nueva etapa juntos rodeados de sus seres más queridos. ¡Enhorabuena Susana y Gabriele!
Si os ha gustado esta boda, no os perdáis el gran día de Paula y Óscar ni las emociones vividas en el gran día de Riki y Lourdes.
Lugar de celebración: La Quinta de Illescas | Vestido de novia: Albachiara | Traje de novio: Resán | Fotógrafo: Instantánea & Tomaprimera
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