Él, español, y ella, de Estados Unidos. Se conocieron mientras ejercían como profesores de idiomas en Francia y coincidieron como compañeros de piso. Poco tiempo después… ¡se enamoraron! Tras varios cambios de ciudad, se asentaron en Ginebra y empezaron su vida como pareja. Sería en el 30 cumpleaños de Carlos, cuando aprovechando una escapada a Tailandia, tuvo lugar la pedida de mano. “Sólo estábamos nosotros dos, no podría haber sido más perfecto”, confiesa la novia.
La ubicación escogida para la boda fue Galicia, lugar de origen del novio, en el que tan solo siete meses después de la pedida se dieron el “sí, quiero” en el Parador de Santo Estevo. Querían un lugar de celebración en el que les ofrecieran alojamiento para la familia de Alexandra, por lo que el Parador era la opción ideal, un monasterio medieval que encajaba perfectamente con lo que los novios querían.
Los novios
Para el vestido de novia, Alexandra buscó varias opciones y finalmente se enamoró de un diseño sencillo y elegante de Sherri Hill con una pequeña cola, escote cuadrado y tirantes. ¡Era un vestido de fiesta en color blanco! Completó su look con unas sandalias de tacón de Nero Giardini y accesorios de L’Atelier de Sylvie. Para el peinado y el maquillaje confió en Tito Heidelberg Peluqueros, que resaltaron su belleza con un maquillaje natural con ojos ahumados en tonos tierra y un peinado de novia con pelo suelto y suaves ondas. El ramo fue obra de Floristería Dracena, una composición de peonías rojas,
“Los meses siguientes pasaron volando”, cuenta la novia, que organizó toda la boda desde la distancia. La noche antes de la celebración organizaron una reunión informal para disfrutar de la gastronomía local, antes de darse el “sí, quiero”.
La ceremonia
Y, con muchos nervios pero gran ilusión, llegó el día. Según explican los novios, celebraron una “ceremonia civil española con toques internacionales”. Alexandra y Carlos entraron del brazo de sus respectivos madre y padre, y tuvieron damas de honor, así como un traductor, que comunicó a los asistentes extranjeros lo más importante en inglés. Los novios se encargaron de decirse los votos en los dos idiomas y llegó el esperado beso.
El banquete
Tras la ceremonia, los invitados pasaron a degustar el cóctel mientras los novios disfrutaban de su sesión de fotos junto a Setroimagen. Al llegar, comenzó el banquete con un menú tradicional gallego: langosta, cangrejos, rape, sorbete de mojito y lomo ibérico. Para los invitados eligieron detalles de Abanicos Taberner y Licores Os Maios, que a todos encantó, detalles de boda útiles y prácticos.
Baile de los novios
Después de la cena, por suerte, la lluvia había amainado, y los novios pudieron bailar su primera canción como marido y mujer en un marco incomparable.
El baile tuvo lugar en un pequeño claustro descubierto y después siguieron con la fiesta de la mano de Musgalia. ¡Todos disfrutaron al máximo de una boda llena de una gran mezcla de tradiciones!
Fotos: Setroimagen | Lugar: Parador de Santo Estevo | Flores: Floristería Dracena | Peinado y maquillaje: Tito Heidelberg Peluqueros | Vestido de novia: Sherri Hill | Accesorios novia: L’Atelier de Sylvie | Músicos: Musgalia | Detalles: Abanicos Taberner y Licores Os Maios | Zapatos de la novia: Nero Giardini
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