Carmen y Guillermo se conocieron en las fiestas del pueblo de él, allá por el año 2011. A partir de ahí, coincidieron en varias ocasiones, pero no fue hasta el verano de 2015 cuando dieron un paso más y decidieron comenzar su historia de amor.
La boda se celebró en agosto de 2021 en el Palacio de Cimiano. Los novios eran conscientes de que el éxito del enlace dependía, en gran parte, del lugar que se escogiera para la celebración. Por eso, no dudaron ni un momento en escoger el mejor de Asturias, que no solo destaca por su buena ubicación y su oferta para bodas, sino por ofrecer un servicio excelente. Su equipo se encargó de que el día de Carmen y Guillermo fuera mágico y de exprimir al máximo el entorno natural único en el que se encuentran. Con más de 20 años de experiencia en el sector, los expertos del Palacio de Cimiano aconsejaron a los novios durante la organización del enlace haciendo más sencilla cada decisión.
Los novios
Para el gran día, la novia lució dos vestidos. El vestido principal era un vestido liso, con mangas, espalda un poco descubierta, una larga y pesada cola y hombreras de pedrería. Carmen tenía claros dos aspectos: quería ir sencilla a la par de elegante. Y gracias al atelier de Alma de Boda lo consiguió. “Se podría decir que es un vestido exclusivo, ya que el vestido original no tenía nada que ver con el que finalmente fue”, cuenta. Tras varios cambios, confiesa que vistió el vestido de sus sueños.
El segundo modelo era un diseño más ligero para el baile y la fiesta, de estilo más sensual. La novia eligió un vestido blanco con tirantes adornados de perlas, cuerpo de abalorios y bajo de plumas sintéticas, de Asos Edition. “Me encantó poder cambiarme de vestido y que fueran totalmente diferentes”, apunta.
La elección de los zapatos, cuenta Carmen que fue muy fácil, “ya que fue amor a primera vista”: “En cuanto vi esos zapatos supe que iban a ser los que llevaría el día de mi boda. Lo tenía tan claro que me les compré incluso antes de tener vestido. Eran unas sandalias de novia de la colección Be Mine Bridal de Asos. Un modelo de satén blanco, con tacón ancho de 13 cm adornado con piedritas plateadas y plataforma de 3 cm”.
Como complementos, lució un ramo de Floristería Calas, una composición de flores preservadas en forma de media esfera. Se podían ver hortensias, rosas, paniculata o eucalipto, entre otras. Para amarrar el ramo escogió un lazo de terciopelo fucsia en el que puso dos medallas que le habían regalado su hermana y su mejor amiga. Las medallas eran de My Chick Jewellery y en cada una ponía, por un lado, el nombre de los novios y la fecha de la boda y, por el otro, una frase elegida por cada una de ellas. “Fue un detalle que me hizo muchísima ilusión”, confiesa Carmen.
La novia lucía radiante, gracias en parte al trabajo de Peluquería Lola’s, que supo sacarle todo el partido a su belleza. El peinado fue un recogido en el que, hacia un lado, iba el flequillo caído con ondas y, hacia el otro, una trenza que llegaba al recogido que estaba formado por más trenzas. El maquillaje fue muy básico, tal y como ella solicitó. Y como gran joya, llevó el anillo de pedida, de Joyería Aresso, una sortija con una flor de siete diamantes de oro blanco.
El novio, por su parte, escogió a Vicente Trueba para su traje, era un modelo elegante en tono azul marino cono chaleco. A su look le sumó, unos gemelos en forma de ancla que la novia le regaló, ya que es fanático del mar, de Ashton & Finch. Tras la ceremonia, añadió a su estilismo la alianza, de El Corte Inglés, un modelo clásico de oro.
La ceremonia
La ceremonia fue en el Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Es lugar mágico y muy especial para los novios, ya que su familia desciende de allí y sus padres se casaron también ahí. No faltaron a la cita los fotógrafos de Okland Fotógrafos. “Los fotógrafos era algo que también teníamos claro desde el principio, tanto, que fue lo primero que contratamos. Los habíamos conocido en otras bodas anteriores de familiares y amigos y, además de hacer las mejores fotos del mundo, son dos maravillosas personas con las que da gusto trabajar”, cuenta la pareja.
El banquete
El banquete lo celebraron en el Palacio de Cimiano, en Panes. “Ya habíamos estado en más bodas y era un sitio que nos gustaba mucho”, aseguran.
De la decoración floral del Monasterio se encargó Ana de Hadas, de Anjana. “Yo tenía claro que no quería recargar mucho la iglesia. Por eso, decidí poner dos esferas de gran tamaño, una a cada lado del altar, y en altura para que se viesen bien desde lejos para la gente que estuviese más atrás. En el altar pusimos un centro de mesa tipo guirnalda con caída y, finalmente, decoramos con unas flores a cada lado el primer banco donde estábamos sentados los novios con los padrinos”, detalla Carmen. Las flores elegidas para toda la decoración fueron la paniculata y los liliums, ambos en color blanco.
Del catering se encargó Alfonso, del Palacio de Cimiano, tanto del cóctel, como del menú, la recena y el desayuno del día siguiente. También se encarga de todo lo relacionado con la bebida. Además, los novios colocaron un fotomatón donde la gente se podía hacer todas las fotos que quisiera y llevárselas a casa de recuerdo. El fotomatón era de Okland Fotógrafos.
De la decoración de las mesas se ocupó el Palacio de Cimiano. Ellos colocaron las mesas, los manteles y los centros de mesa, siempre acorde con la idea de los novios. Los novios son muy detallistas, por lo que, no faltaron regalos para los invitados e, incluso, algunos eran personalizados.
Baile de los novios
La canción elegida para el baile fue Thinking Out Loud, de Ed Sheeran. En el baile, todos se deleitaron con una mesa de dulces increíble que contenía donuts, piruletas, Chupa Chups, morenitos, Lacasitos, gominolas, Kínder, etc.
Para el photocall de la fiesta había de todo: gorros, gafas, collares, diademas, pulseras de luz, carteles con frases… Pero lo más especial fueron dos cosas: unas chapas con diferentes frases en las que llevaban sus nombres, la fecha de la boda para que los invitados se las llevasen de recuerdo, y unos tatuajes personalizados con un dibujo que definía a los novios que diseñaron ellos mismos y que llevaban el hashtag de la boda.
Al finalizar la gran fiesta, los novios tenían la posibilidad de hospedarse en el Palacio de Cimiano, al igual que vosotros si decidís celebrar vuestro matrimonio allí. Y para vuestros invitados, todos serán comodidades, ya que se también se pueden alojar en el propio hotel. Además, su equipo propone planes en los días previos a la boda para que vuestro evento sea completo y divertido. ¡No se puede pedir más! Elegir Palacio de Cimiano es una apuesta más que segura.
Lugar de celebración: Palacio de Cimiano | Vestido de novia: Alma de Boda y Asos | Traje de novio: YVT Moda – Vicente Trueba | Floristería: Calas y Hadas de Anjana | Anillo de pedida: Joyería Aresso | Catering: Palacio de Cimiano | Fotógrafo: Okland Fotógrafos | Maquillaje y peinado: Peluquería Lola’s | Coche de novios: Clásicos Jaguar | Dj: Boda y Eventos Asturias | Fuegos artificiales: Pirotecnia Emilio Díaz | Monitor infantil: Mágicos Eventos | Fotomatón: Okland Fotógrafos
Selecciona a los proveedores que quieres contactar
¿No te quieres perder las últimas novedades para tu boda?
Suscríbete a nuestra newsletter
Escribir un comentario