Parece una perogrullada pero no lo es. Hay bodas en las que se nota mucho la presencia de la familia y no porque sean muchos, que también, sino porque todos han aportado algún detalle para el gran día de sus seres queridos.
Hace poco, buscando fotos para un artículo, descubrí unas preciosas. Pasar de una a otra era sentir el cariño con que aquella boda estaba preparada. Una boda en una casa en el campo, una boda en la que todos los invitados estaban ayudando momentos antes de la ceremonia.
Niños buscando flores naturales, madres preparando las fundas de ganchillo de los jarrones, amigos escribiendo indicaciones en pizarras, otras decorando los postres o haciendo las brochetas para la barbacoa mientras los amigos terminan de unir la guirnalda con los nombres de los novios y otra que decía “Just Married”..me recordaba a las fotos de los mejores blogs americanos de bodas pero es “made in Spain” ya que esta ceremonia tuvo lugar en Cáceres.
Curioso que el fotógrafo de la boda sintió lo mismo mientras hacía el reportaje, era una boda especial en la que se notó la presencia de la familia en cada detalle. Viendo las fotos se nota que fue una boda muy emotiva y llena de momentos inolvidables para esta pareja.
Una boda celebrada en un espacio abierto al aire libre que los novios y los invitados supieron llenar de emoción y alegria. Tras ver este ejemplo yo lo tengo claro: la belleza de una boda no depende del dinero que invertimos en ella sino del cariño y la dedicación que le pongamos todos, también la familia y los invitados ¿No?
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