Elena y Ramón se conocieron en un campamento de verano al que acudieron con 16 años. ¿El objetivo? Aprender inglés en Scarborough (Inglaterra). ¿El resultado? Un amor para siempre.
En 2017 tuvo lugar la pedida de mano y fue en Vietnam, donde ambos se habían trasladado por motivos de trabajo. Ramón preparó una gran sorpresa para Elena: una cena en la orilla de la playa, con el encanto más romántico creado por una hoguera y las antorchas que custodiaban el momento. Arrodillado en la arena pronunció las palabras más importantes de la vida de ambos: ¿Te quieres casar conmigo?
“Una vez decidimos dar el gran paso, la idea que se nos ocurrió para la boda fue representar Vietnam. Tenemos mucho cariño a este país al haber estado viviendo en él, pero como no podíamos traer a todo el mundo a Vietnam, el plan fue llevar Vietnam a Madrid”, cuenta la novia, creando un escenario increíble del que podréis disfrutar en el reportaje de fotos y de vídeo que os mostramos a continuación, obra de Juany Galo Photography.
Los novios
La boda se celebró el 19 de octubre de 2019. Para el gran día, la novia escogió un vestido de BEBA’S. Desde el primer momento, tuvo claro que quería un diseño con mucho vuelo en la falda, y así fue. Completó su estilismo con unos zapatos verdes que le recordaban a la naturaleza vietnamita, de JUST-Ene, un ramo de novia de estilo tropical, elaborado por Humberto, de Floristeria Ocaflor, unos pendientes verdes de Joyería Coolook y el anillo de pedida que el mismo Ramón diseñó en Hong Konh.
De su maquillaje y su peinado se encargó Urvan, que apostó por un estilo natural, resaltando la belleza de la novia, y adornando su cabello con un tocado de Tocados by Carmina.
Por su parte, el novio escogió un traje de Hackett London, compuesto por un chaqué en color gris, una corbata estampada de Soloio y unos gemelos que la pareja diseñó con forma de sombrero vietnamita, gracias a la Joyería Aguayo. Un trabajo excelente y de lo más artesanal!
La ceremonia
La ceremonia religiosa tuvo lugar en la Iglesia San Francisco de Sales. No se perdió la cita, como apuntamos antes, Juany Galo, la fotógrafa que la pareja escogió y que no dudó en inmortalizar cada uno de los instantes más emotivos. Los novios confiesan que fue una de las mejores decisiones que tomaron: “Estamos súper contentos. El trato recibido desde el primer momento por Juany ha sido excepcional. Muchísima atención, personalización y pasión por querer sacar lo mejor de la boda y de cada persona. Nos ha gustado mucho el resultado porque han sido fotos muy naturales que captan las emociones de cada instante. Nos ha hecho revivir la boda de principio a fin”.
La salida de la iglesia fue un tanto atípica, y es que, los novios dejaron que los amigos les lanzasen el “Arroz de Sapa” que se encontrara en los saquitos que prepararon y bailaron una charanga junto a todos. “En vez del típico momento de besos y abrazos, nos pusimos en medio de la salida a brindar con champán con nuestros padres y bailar canciones de ABBA”, cuentan. Tras ello, en su coche descapotable, se dirigieron a un lugar al aire libre en el que dedicaron unos minutos a la sesión de pareja junto a la fotógrafa, que supo capturar, no solo la belleza del espacio, sino también la emotividad del momento a través de gestos de complicidad, miradas, besos… Eran pura felicidad y eso se transmite ahora en las imágenes.
Y es que, Juany Galo Photography siempre apuesta por un estilo natural, en el que los protagonistas de las fotos sean los novios, sin intromisiones ni artificios. Sus imágenes cuentan historias, en este caso, la de Elena y Ramón, sus vivencias, emociones y las sorpresas que tienen lugar en el gran día, todo ello, con una mirada elegante y sencilla.
El banquete
El Cortijo de Mónico acogió la celebración del cóctel y el banquete con toques vietnamitas. “Convertimos el salón del convite en los arrozales de Sapa, lleno de pequeños detalles vietnamitas y, por otro lado, en la zona de la discoteca recreamos la ciudad de Hoi An, una ciudad llena de farolillos donde estuvimos viviendo una temporada y es muy típico pasear por sus calles repletas de estos farolillos”. Los farolillos blancos los pusimos en el salón donde comimos todos, con sillas de bambú y bananeras que dieron un estilo de lo más tropical y ‘vietnamitesco’ con los arrozales. Los farolillos de colores se colocaron en el salón de la discoteca para trasladar a nuestros invitados a las calles de Hoi An, llenas de colores y cables”, cuenta Elena.
En la entrada hacia el banquete, se encontraba un espacio con el seating plan, un sofá Chester, una mesa llena de flores, sombreros vietnamitas, telas, bambú, hojas tropicales e inciensos que crearon un ambiente y un olor que transportaban a Vietnam en un segundo. “Humberto, de Floristería Ocaflor, se encargó de recoger todos nuestros detalles florales y plasmar todas nuestras ideas en realidad. Fue un trabajo de diez y un apoyo para nosotros imprescindible”, señalan Elena y Ramón.
Ya sorprendieron con las invitaciones que enviaron a sus invitados, a modo de postal, con sello vietnamita, y que diseñaron los propios novios. En ellas, se podía leer la historia de amor de la pareja junto a la información sobre la boda y la celebración. Desde el primer momento, ¡la boda de Elena y Ramón prometía!
Las mesas del banquete estaban relacionadas con este detalle. Los novios organizaron 32 mesas en las que estaban presentes postales que explicaban el arrozal en el que estaban sentados, ya que cada mesa simulaba un arrozal dentro de un sombrero vietnamita. Dentro de cada arrozal, se incorporaba un elemento relacionado con Vietnam y, a cada invitado, se le invitaba a hacer pruebas para conseguir los objetos que había en los arrozales de sus mesas, como por ejemplo, un pañuelo de seda en la mesa de la seda, o también había bonitas experiencias, como en la mesa del incienso, donde además de tener inciensos de varios tipos, tenían materiales para poder fabricar una barrita de incienso en la misma mesa. ¡No faltó detalle!
Baile de los novios
Poetry in Montion, de Johnny Tillotson, y I can´t help falling in love, de Elvis Presley fueron las dos canciones con las que los novios abrieron el baile, tras el que siguió la gran fiesta que comenzó a primera hora del día.
Los novios recuerdan su boda como “Vietnam en Madrid por un día y todos felices saltando sin parar”. ¡Enhorabuena pareja!
Fotos: Juany Galo Photography | Vestido de novia: BEBA’S | Zapatos de novia: JUST – Ene | Ramo de novia: Floristería Ocaflor | Maquillador y peluquero: Urvan | Tocado: Tocados by Carmina | Traje de novio: Hackett London | Complementos del novio: Soloio | Joyas: Joyería Coolook, Joyería Aguayo, Joyería Briones | Madres de los novios: Eva Novias y Lola Hurtado | Banquete: El Cortijo de Mónico | Decoración floral: Floristeria Ocaflor
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