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Una celebración muy personal: la boda de Paz y Pablo

El amor surge en los lugares más inesperados, ¡incluso en una cena en casa de unos amigos! No te pierdas una celebración que empezó como una encerrona bien intencionada.

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La vida es una aventura repleta de experiencias. La más importante de Paz y Pablo tiene tintes de comedia romántica, un amor de película que se gestó igual que las historias que merecen la pena contarse. La verde y monumental estampa de Santander, concretamente en el Eurostars Hotel Real Santander, sirvió como escenario para que Paz aceptara la proposición de Pablo, una petición que incluyó una foto con un muy claro “cásate conmigo” y una declaración de intenciones a viva voz. “El esfuerzo mereció la pena”, comenta Pablo.

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Un evento tan especial, ricamente decorado y visualmente bello, merecía el arte para captar cada instante de Mira Fotografía. “Buscábamos fotos naturales, que no estuviesen forzadas y que recogiesen todos los detalles desde el primer momento”, cuenta Paz, satisfecha tras ver cómo sus fotos respondían perfectamente a sus expectativas. La luz cálida y suave de Mira Fotografía es un gran incentivo para imprimir elegancia y buen gusto al reportaje fotográfico. Además, su forma de trabajar fue ideal para conseguir la naturalidad y comodidad de novios e invitados.

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Foto: Mira Fotografía

Los novios

¡Quién iba a decir a Paz y Pablo lo que depararía una cena en casa de unos amigos! Lo que parecía una encerrona, gestada por su pareja favorita (Javi, compañero de máster de Pablo, y la hermana de Paz, capitana suprema de esta estratagema), acabó con una salida por la puerta grande. Cuatro años después, su reciente matrimonio confirma el buen ojo de sus dos celestinos.

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Foto: Mira Fotografía

En el gran día, Paz y Pablo se las ingeniaron para conjuntar perfectamente el día de su boda y corroborar la idoneidad de ambos en esta maravillosa travesía nupcial. Para ella, las mejores galas de Valenzuela Atelier, a medida y con la composición más sofisticada: cuerpo en crepé y falda mikado con bolsillos. Mira Fotografía investiga todos los momentos de la boda, también los instantes de preparación que, en este caso, se dieron en el Hotel Eurostars Convento Capuchinos del centro de Segovia, lugar en el que la novia se colocó el maravilloso atuendo.

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Foto: Mira Fotografía

La elegancia no solo va con el vestido, sino con el cuerpo que le da forma bajo el tejido; Paz aprovechó su estilo y optó por las mangas de tul con acabado de encaje a juego, así como por el escote de espalda, exquisito solo en aquellas que saben llevarlo sin estridencias. La cola de dos metros dio rienda suelta al buen gusto de diseñadora y novia, una extensión nívea de su delicadeza y clase completada con el fajín de hilo de plata en la cintura. Coronando el conjunto, el velo de la prima de Paz para tachar la tradición del “algo prestado”, porque un día tan especial merece todos los detalles.

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Foto: Mira Fotografía
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Foto: Mira Fotografía

La magia que despierta el vestido pierde poder sin los complementos perfectos. Keli&Salo proporcionaron los zapatos ideales para el gran día: piel de pitón en color rosa y una altura de 8 cm. Rabat fue el encargado de las alianzas y del maravilloso anillo de pedida de Paz, una media alianza con diamantes y el corte de princesa que prima en los mejores cuentos. Sin embargo, el aspecto familiar fue tan importante para la novia que, para rematar el conjunto con la especialidad requerida, no quiso dejar escapar la oportunidad de lucir los pendientes de platino con diamantes que llevo su abuela el día de su boda, hace ya 65 años. Un detalle y homenaje encantador que no escapó del objetivo de Mira Fotografía.

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Foto: Mira Fotografía
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Foto: Mira Fotografía

El maquillaje y peinado de Paz corrió a cargo de la misma artista estética, Eva Escolano, culpable de confeccionar la mejor guinda del pastel posible para el conjunto. La sencillez se convirtió en arte en el rostro de Paz, con los ojos ahumados en tonos oscuros y el atrevimiento francés de unos labios rojos de Cabaret. Para el pelo, un recogido romántico con trenzas de aspecto medieval y delicado en perfecta consonancia con el vestido y el maquillaje. ¿Y el ramo? Un precioso bouquet de Club de Flores (Madrid) con rosas y paniculata.

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Foto: Mira Fotografía
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La ceremonia

El “sí, quiero” pasó por el ritual religioso en un templo de lo más auténtico, la iglesia románica de Santos Justo y Pastor, en Segovia. El escenario del siglo XI fue un reducto de historia viva y personalidad arrolladora, fruto del espacio sagrado y del combinado musical que prepararon los novios, con música sacra y temas atípicos de las bodas a cargo de Arslirica

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A pesar del poder y estilismo que atesoran las iglesias, la decoración del lugar por parte de Club de Flores aportó ese aire rústico y sofisticado que Paz y Pablo buscaron desde el principio. Las flores paniculata y lavanda fueron las protagonistas del apartado floral de la ceremonia, presentes en los centros y cestas de mimbre que abarrotaron el complejo. Los 12 niños y niñas del séquito de los novia realzaron el ambiente rústico de la ceremonia, ellas con vestido blanco con mandil de rafia beige o fajín y alpargatas blancas atadas al tobillo y ellos con pantalón beige y camisa blanca de cuello mao. Descubre la pureza de la ornamentación desde las instantáneas de Mira Fotografía.

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El banquete

El Caloco Flores y Plantas se encargó de decorar el banquete. Margaritas, flores fucsias y blancas, hiedra y velas llenaron los claustros de la Abadía de Párraces, lugar en el que Paz y Pablo sirvieron su sustancioso cóctel y convite al aire libre a cargo de Quilicuá Catering. La empresa culinaria, liderada por el exconcursante de Top Chef, Luca Rodi, ofreció un cóctel con 10 aperitivos y servicios de categoría como show-cooking de sushi, carrito de mojitos, rincón de cervezas frías, carrito de quesos, cortadores de jamón y un carro de limonada casera. Mientras, el grupo Arslirica amenizó la velada con canciones de bandas sonoras elegidas por los protagonistas de este día tan especial.

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Foto: Mira Fotografía

Novios, invitados y espacios necesitan sus mejores atuendos para días tan especiales como éste. La vestimenta de mesas y barras fue diseñada por Borgia Conti, a base de manteles lisos y beige en el primer caso y de cuadros beige y blancos en el segundo. Pero una boda requiere muchas más sorpresas para ser recordada. Por ejemplo, el seating plan circuló en un carro antiguo en el pasillo del claustro y los misales personalizados incorporaron a la Virgen del Pilar ne honor a la procedencia maña de Pablo.

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Foto: Mira Fotografía
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Paz y Pablo optaron por regalos prácticos para sus invitados que pudieran usar durante la celebración. En el caso de las mujeres, una bolsa con bailarinas doradas para descansar de los tacones y pashminas para protegerse del frío; para los chicos, un kit con puros, cigarros, Ibuprofeno, Almax, chocolatinas y tiritas, estos últimos para hacer frente a los momentos más descontrolados del día.

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Foto: Mira Fotografía

El baile de los novios

El baile es un fiel reflejo de la personalidad de los novios, tanto por las canciones escogidas como por los géneros musicales de las mismas y los números pensados para la ocasión. Se trata de un espectáculo único que, en el caso de Paz y Pablo, se salió de la norma y puso muy alto el listón para futuras bodas. La versión sinfónica de The Wind of Changes, balada del grupo de heavy metal Scorpions, resonó entre las paredes de la antigua iglesia de la abadía como himno de esta original pareja. Las luces, la música y el misticismo del espacio sagrado crearon una atmósfera inigualable, encantadora y espiritual capturada a la perfección por los profesionales de Mira Fotografía, que no dejaron escapar ni un sólo instante.

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Foto: Mira Fotografía

La boda fue un éxito rotundo para novios e invitados, una auténtica exhibición de amor, ilusión y jolgorio captada por Mira Fotografía con todo lujo de detalles. Las bodas más personales son las que más tiempo permanecen el la memoria de nuestros seres queridos. Paz y Pablo se merecen un aplauso por haber cumplido su sueño a su manera. ¡Felicidades, pareja!

Vestido: Valenzuela Atelier | Zapatos de la novia: Keli&Salo | Joyería: Rabat |  Floristería y decoración: Club de Flores (Madrid) y El Caloco Flores y Plantas | Mantelería: Borgia Conti | Fotografía: Mira Fotografía | Lugar de celebración: Abadía de Párraces | Catering: Quilicuá Catering | Hotel: Eurostars Hotel Real Santander | Hotel: Eurostars Convento Capuchinos | Música: Arslirica 

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