Ele y Jaime se conocieron en una fiesta pero no volvieron a verse hasta seis meses después en un festival de música en Portugal y ambos recordaban aquel momento. Desde entonces no han podido separase… La pedida de mano fue un 24 de diciembre como regalo de Navidad… ¡Menuda sorpresa para la novia!
Tras un rotundo sí, escogieron fecha para la boda: el 25 de julio de 2015; y el lugar: la Finca Fangar, Campanet (Mallorca). La novia escogió para el gran día un vestido de novia de Otaduy de dos piezas: crop top y falda.
Como joyas llevó el anillo de pedida de Rhugara y un anillo de estilo art deco. Como complementos lució una espectacular corona de plumas de Suma Cruz, unas sencillas sandalias de Farrutx en color camel y un ramo de solidago precioso, recomendado por Marián Darder, de Pasión Eventos. Esta profesional wedding planner se encargó de organizar cada detalle de esta boda tan singular, “fue un lujo tenerla a nuestro lado, nos ayudó en todo”, confiesan los novios. El peinado y el maquillaje fueron obra de Pablo Lindín Image Lab y José Ojeda, de Mac, respectivamente.
Los novios celebraron una preciosa ceremonia civil junto a sus invitados en la que lo pasaron genial. Siempre guardarán los mejores recuerdos gracias a Bruno Gilberto y César Cid, los fotógrafos que captaron todos y cada uno de los instantes importantes del gran día.
De la decoración se encargó En Esencia, colocaron margaritas, camomila, regaderas y atrapasueños como elementos decorativos. Además, crearon un rincón picnic para el cóctel muy chic, colgaron fotos junto a sus invitados en los árboles para darle un toque personal al banquete y consiguieron meseros muy originales escritos a mano sobre azulejos, además de jarrones con velas a diferentes alturas y una ramita de romero en cada servilleta. ¡No faltó detalle!
Ambientaron toda la clastra donde se celebró el banquete con bombillitas y papelinas verbeneras, como si de la fiesta de un pueblo se tratase. Del catering del banquete se encargó The Cutting Edge, ofrecieron una barbacoa en show cooking, ¡fue muy divertido!
Tras degustar las delicias que ofrecieron, los novios y los invitados pasaron a disfrutar del baile, de la mano del Dj Tomeu Pericas, “fue un gran acierto, la gente no paró de bailar en ningún momento”, cuentan los novios.
Así de especial fue la boda de Ele y Jaime, ¡una celebración con mucha personalidad que encantó a todos! Si te ha gustado este enlace, no te pierdas la boda de Susana y Julian o la de Liora y Yann.
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