Aunque lo más frecuente es elegir la primavera o el verano para celebrar tu boda, casarse en invierno está de moda, y son muchas las parejas que escogen darse el ‘sí quiero’ en la estación más fría del año. Y es que, aunque a priori parezca que no es la mejor opción, pensándolo con más detenimiento es fácil dar con un buen montón de que ventajas ‘blancas’.
El frío no tiene porqué ser un problema para las novias, ya que hay muchas opciones que nos ayudan a estar guapísimas y protegernos de las bajas temperaturas. Una de ellas, y de nuestras preferidas, es cubrir los brazos con encaje, como ha ideado el diseñador Manuel Mota para varios de los vestidos de su colección 2012 para Pronovias. Llevar un mantón de manila, una estola de plumas o un bolero de piel sintética, te dará el toque de elegancia el día de tu boda, y convertirán tu vestido en un precioso dos piezas, que combinará a las mil maravillas con una pareja de elegantes botas de novia.
¿Y qué hay de las flores? En invierno las opciones están más limitadas que en primavera o en verano, pero siempre podemos recurrir a las flores de temporada como las camelias, a las flores de importación, teniendo en cuenta el coste que supone, o un ramo de tela, como los de B de Blanca, escogiendo un bouquet invernal en tonos blanco y plata, que te dará un toque de elegancia y sofisticación.
El invierno presenta además, otras ventajas, como que no hay que reservar con tanta antelación a los proveedores del enlace, y que los precios, como los del banquete, por ejemplo, suelen tener atractivos descuentos comparados con la temporada fuerte de las bodas.
Autor invitado: Blanca Blanco de Adoro Las Bodas
Experta en complementos y decoración
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