Una boda al aire libre, con un toque bucólico y romántico y, sobre todo, con un montón de detalles totalmente personalizados que hicieran a sus invitados recordarla para siempre. Ese fue desde el principio el sueño de Alfredo y Lydia y eso fue lo que consiguieron.
Lograr una boda como la que ellos imaginaban no es fácil y por ello los novios quisieron contar con un equipo de wedding planners que les ayudasen con los preparativos y les garantizasen que todo sería perfecto el día D. Cuando contactaron con Sira Antequera y el resto del equipo de Sí! Quiero, Alfredo y Lydia dejaron de buscar. Estaban seguros de que sus ideas se harían realidad en forma de la boda de sus sueños. Para la fotografía, uno de los elementos fundamentales para guardar un buen recuerdo posterior de la boda, los novios eligieron a David de Biasí que captó cada detalle y capturó cada gesto, cada mirada y cada momento del día en imágenes para la posteridad.
Como cualquier novia, Lydia puso especial cuidado en que su vestido fuese perfecto y ella misma lo diseñó con la ayuda de sus amigas y su madre. Era un modelo romántico confeccionado en gasa y chantilly con una pequeña cola, escote en “v” y espalda abierta. Para el peinado, lució una corona a juego con el ramo de flores silvestres y ranúnculos. Sin duda, los mejores complementos para conseguir el toque bucólico que siempre había soñado.
Uno de los deseos de los novios era que la boda fuese totalmente exterior y para ello escogieron una lujosa villa en la Cala de Mijas. Nada más empezar, los invitados tuvieron la primera prueba de que el de Alfonso y Lydia iba a ser un enlace fuera de lo normal. Y es que, durante la ceremonia civil, los novios y el juez, saltándose cualquier protocolo, estuvieron de pie frente a los invitados bajo una pérgola de flores silvestres a los pies de un árbol. Una escena llena de ese romanticismo que los novios siempre habían querido para su enlace.
El equipo de Sí! Quiero cuidó cada detalle de la decoración, colocando sillas blancas de madera para la ceremonia y adornos rústicos basados en ánforas y preciosas flores silvestres. La nota musical llegó de la mano de un coro de góspel, un regalo sorpresa encargado por la hermana y el cuñado de la novia a Sí! Quiero.
Tras la tradicional lluvia de arroz, los novios y sus invitados pasaron al banquete, donde también mandaba la originalidad. Y es que, como ellos mismos habían advertido a Sí!Quiero, su idea de boda era cualquier cosa menos protocolaría, por lo que lejos de las fórmulas tradicionales, los invitados no se sentaron durante el banquete sino que Sí! Quiero se encargó de colocar varias altas y bajas que se decoraron con sencillos jarrones de varios tamaños llenos de flores silvestres.
Para la ocasión, la comida se dispuso en varias “estaciones” donde se cocinaba en un “showcooking” en directo, permitiendo a la gente moverse de una estación a otra eligiendo los platos según su preferencia. Como postre, una tarta de tres pisos acorde al estilo silvestre de la boda.
Después del almuerzo, tocó el grupo de música “Free Soul Band” cuya cantante consiguió que todos se animaran a bailar y un DJ continuó con la fiesta hasta la madrugada.
De su boda, los novios no dudan en destacar por encima de cualquier cosa, el cariño y atención que Sira Antequera y su equipo pusieron en cada detalle: “Nos llamó mucho la atención las ganas que pusieron en cada preparativo, aunque fuera de última hora. Fue todo perfecto, “una boda como en las películas americanas”.
Si te ha gustado esta boda, no te pierdas esta boda en el campo llena de emociones o esta otra en la que el vestido de la novia jugó un papel muy especial.
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