La imaginación de las personas puede ser un verdadero pozo sin fondo, pero es cierto que, sin bien la fantasía continúa ligada a la ficción, algunos artistas han bebido de la realidad para alimentar su creatividad. Es lo que han hecho muchos grandes creadores para concebir sus obras, desde escritores, que han utilizado su vida como marco para sus historias, hasta cineastas, como es el caso de la imaginería de Disney, pues muchos de esos lugares se han basado en referentes totalmente reales. ¿Qué te parece descubrirlos en el viaje más importante de tu vida? ¡Apunta estas maravillas!
El Castillo de Neuschwanstein – La Bella Durmiente
Este reducto de magia reside en Baviera, al sur de Alemania y al borde de Austria. Además de inspirar este misterioso castillo Disney, también sirvió como guía para diseñar el famoso palacio de la compañía de Mickey Mouse, que aparece al principio de todas las películas. En La Bella Durmiente, el famoso castillo dio cobijo a Aurora, princesa de esta historia, al poco de su nacimiento y después del incidente con la rueca. En la realidad, el edificio es el monumento más visitado de toda Alemania, además de un escenario de fantasía por sus torres puntiagudas y la nieve que suele enriquecer sus alrededores.
Alsacia – La Bella y la Bestia
Alsacia es una región que pasa sus días al noroeste de Francia. El lugar, formado por pequeños pueblos encantadores, no solo inspiró la película de animación de La Bella y la Bestia, sino que sirvió como escenario para que Emma Watson, Luke Evans y compañía dieran vida a los personajes de la película en la reciente cinta de acción real. Y no es para menos: las casas de madera y fachadas blancas, las calles empedradas y los establecimientos típicos de la artesanía y gastronomía francesa son un panorama idílico de cuento.
Kilimanjaro – El Rey León
La historia de El Rey León y la naturaleza de sus personajes es ficción, pero el espacio de la película es realidad pura y dura, ni más ni menos que en Tanzania, hogar del impresionante Kilimanjaro. Esta montaña, la más alta del continente africano, es una joya de la naturaleza formada por tres volcanes inactivos y se observa al fondo de numerosas secuencias, ya que los leones y demás animales viven en la sabana. Mufasa, Simba, Timón y Pumba jamás encontrarían un lugar mejor para contarnos su historia.
Alcázar de Segovia – Blancanieves
España ha sido el hogar de numerosas obras de ficción, entre ellas de Juego de Tronos, que ha bebido de multitud de parajes españoles. Pero, en esta ocasión, hablamos de Blancanieves y del Alcázar de Segovia, imponente edificio utilizado para ambientar el castillo de la temible Reina Gtimhilde. Su “espejito, espejito” no sigue allí, pero sí la maravillosa estampa que gana enteros cuando llegan las nieves.
Castillo de Chillon – La Sirenita
La película de Disney edulcoró su presencia original con colores más vivos y formas redondeadas, pero el Castillo de Chillón, sito en Suiza, es la base del lugar de residencia del príncipe Eric de La Sirenita. De hecho, su disposición, a orillas del lago Lemán, también se respeta en la cinta de Disney, dando más sentido al carácter acuático de la obra animada.
Ciudad Prohibida de Beijing – Mulán
China inspiró la película de Mulán y, por primera vez, el público pudo apreciar la cultura china a través de Disney. También disfrutó con sus paisajes y edificios, muchos de ellos enclavados en esta Ciudad Prohibida que se ubica en Pekín (Beijing). Esta se consideraba el centro del imperio chino hace 500 años, y uno de sus grandes atractivos es el palacio de la Suprema Armonía. Desde que se estrenara la película, Asia recibió la magia Disney y, en 2016, llegó a Shanghái el primer parque temático del continente.
Iglesia de San Olaf de Balestrand – Frozen
Frozen también tiene su pequeña porción de realidad, concretamente en la iglesia donde Elsa recibe su corona de reina de Arandelle. El lugar es la Iglesia de San Olaf de Balenstrand, en Noruega, cuya forma sirvió como ejemplo para diseñar la capilla de Arendelle, estructura arquitectónica que cobija la coronación de la protagonista de la película. El nombre de Olaf coincide, curiosamente, con el del pequeño muñeco de nieve de la historia de Disney.
Grand Central Station – ¡Rompe Ralph!
A diferencia de los clásicos de Disney, las películas de Pixar suelen ambientarse en la actualidad, por lo que muchos de sus paisajes son urbanos y contienen elementos perfectamente reconocibles. Ya ocurrió con Del Revés, cuya trama se desarrolla en San Francisco. Pero ¡Rompe, Ralph!, obra de Disney y no de Pixar, bebió de este tipo de temáticas y nos regaló una imagen animada y futurista que nos recuerda sobremanera a la Grand Central Station de Nueva York.
Monte Saint-Michel – Enredados
El palacio de Enredados es uno de los edificios más interesantes y originales de Disney, así como su ubicación en una isla. En la realidad, el Monte Saint-Michel (Normandía, Francia), que se utilizó para concebir el escenario, no es una isla del todo, pero la mínima porción de tierra que le impide serlo se sumerge cuando sube la marea. Por lo demás, se ha cambiado su estructura (el de la película es más estrecho y puntiagudo), pero se ha mantenido el estilo, el concepto y la disposición de todo el reino, tanto del palacio como de las casas colindantes.
Castillo de Dunnottar – Brave
Aunque no es 100% idéntico, el castillo de Mérida y su familia se inspira mucho en el de Dunnottar que corona este maravilloso acantilado verde de Stonehaven (Escocia). De hecho, la historia de la princesa Mérida puede revivirse a través de la ruta de Brave, diseñada en el lugar a partir de la película y con una importante presencia del mencionado castillo.
Si quieres volver a vivir tus historias de Disney favoritas, tu luna de miel es un momento perfecto para volver a soñar despierta. La magia quizá sea ficticia, pero la realidad es, a veces, pura fantasía; estos increíbles lugares son la prueba de ello. ¡Sé niña otra vez!
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