¿Qué sería la vida sin música? Seguramente, un aburrimiento sin las dosis adecuadas de emoción. Porque la música es necesaria para despertar emociones y acompañar momentos, y una boda requiere este extra para llegar mejor al corazón de todos. Por ello, siempre es interesante trabajar perfectamente el apartado musical de una celebración así: las grandes partidas lucen mejor con banda sonora de fondo. Y Música a la Carta no solo pasa con nota cada una de sus experiencias nupciales, sino que destaca por su compromiso con los novios.
Pasión y trabajo
Siempre se ha dicho que no hay nada como un hobby que se convierte en trabajo, y en el caso de los protagonistas de Música a la Carta ocurrió exactamente así: su pasión pasó a ser el epicentro de su forma de vida. Porque la música, si la sientes, acaba conquistándote del todo y extendiéndose hacia todos los órdenes de la vida. Y ellos dieron “el do de pecho” con un trabajo depurado, estudiado y elegante que culminó en un dúo de excepción: violín y piano de cola. De esta manera, además de buen hacer, la empresa destaca por su carácter sofisticado, ideal para una boda que merezca la pena.
En el caso de Música a la Carta, su trabajo está lleno de compromiso. Sus novios confían en ellos para que la banda sonora nupcial que siempre habían soñado se convierta en realidad. Así, dejando a un lado cualquier experimento, el trabajo de la compañía destaca por entregarse totalmente a las exigencias de sus novios en un día tan importante.
Personalización total
Las bodas son celebraciones vitales para una pareja, incluso para una familia completa, por lo que siempre es positivo contar con profesionales que escuchen a sus novios. En este sentido, con Música a la Carta, las parejas pueden personalizar el repertorio de su boda al completo, ya que cabe cualquier canción que se les ocurra. Incluso aquellas canciones que los novios consideran arriesgadas tienen su sitio en el muestrario de talento de la marca, que siempre deja su sello y adapta sus instrumentos a las exigencias de cada canción y estilo. Tal y como reza su eslogan: “Hacemos realidad las bandas sonoras de nuestras parejas”. De esta forma, los novios son fieles a sí mismos, pues sugieren las canciones que realmente escuchan y les hacen felices, sin la necesidad de caer en los tópicos de las bodas solo por encontrarse ante un evento de estas características. Con Música a la Carta, cada pareja es original en su repertorio musical si así lo desea.
En sus bodas se han apreciado todo tipo de estilos musicales pertenecientes a grupos de todos los géneros, desde Vetusta Morla hasta Family of the Year, pasando por Ludovico Einaudi, The Beatles, Extremoduro, Zahara, Coldplay, Leonard Cohen y hasta Pixies, por mencionar solo algunos. También han triunfado bandas sonoras de películas y series, como Juego de Tronos, Superman, Amelie y El gordo y el flaco. Estos ejemplos son reveladores de su capacidad para adaptarse a cualquier novio que tenga ilusiones musicales concretas y al que no debe privar de su estilo personal.
Momentos únicos
Estos servicios no son simples demostraciones de talento o cercanía, sino una filosofía de trabajo que acerca a la música y a los invitados en una especie de comunión. Con la música, los sentimientos afloran y se crea una sintonía especial, sobre todo en una boda, donde las emociones dominan de una manera más notoria. De hecho, en una de sus celebraciones en la playa, los invitados acabaron cantando a coro alrededor de los músicos la canción Shallow de la película Ha nacido una estrella. Un momento mágico que es posible gracias al amor y la música.
Gracias a Música a la Carta, cualquier boda puede subir de nivel. Su dominio de las celebraciones y la personalización que brindan es clave para conseguir una atmósfera nupcial inimitable. Cada boda es un mundo y cada repertorio debe seguir la misma línea, por lo que es clave la participación de profesionales de su talla.
Selecciona a los proveedores que quieres contactar
¿No te quieres perder las últimas novedades para tu boda?
Suscríbete a nuestra newsletter
Escribir un comentario