La historia de amor de la semana: Laura y Javier

La noche de San Juan tiene ese je ne sais quoi! que la hace mágica y especial. Y es que a parte de bailar y cantar alrededor del fuego hasta la luz del alba, esa noche de verano saltaron chispas entre Laura y Javier, y solo bastó una mirada de complicidad para conectar y darse cuenta de que estaban ante su alma gemela. Una noche única que siempre fue y será la noche favorita del año de Laura.

Aunque también recordará con cariño y de una manera muy especial el día que Javier le pidió la mano. Él se tenía que ir fuera unos meses por trabajo pero antes de partir, le dijo de dar un paseo por la playa larga de Tarragona y cuando llegaron al Bosc de la Marquesa a la zona del mirador, que es como un acantilado, y con la playa de Waikiki a sus pies, le hizo que se asomara y fue entonces cuando ella vio abajo del acantilado que había escrito con piedras la siguiente pregunta: “¿Nos casamos, Pl”? y mientras ella lo veía, él sacó un precioso anillo y la dejó boquiabierta y sin palabras. Una pedida que como bien dice ella, no podía haber sido mejor: ellos dos solos con el mar y la naturaleza como telón de fondo.

Laura y Javier querían ante todo una boda muy personal e íntima, huyendo de los tópicos de restaurantes y salones de banquetes. Ellos, como amantes de la naturaleza, necesitaban un sitio con encanto y una boda que hablara especialmente de ellos.

Se casaron el 21 de octubre de 2017, una fecha muy significativa para ella porque coincide con la fecha de boda de sus padres. Y tanto la ceremonia como el banquete lo hicieron en la preciosa Masía Campau.

La ceremonia civil se celebró debajo del árbol que preside la entrada de la Masía y la ofició un amigo de los novios. Un acto muy íntimo, especial y emotivo al que acudieron ochenta personas y en el que intervinieron varios amigos de los novios y las hermanas del novio.

Para el gran acontecimiento, ella se enfundó en un vestido de estilo romántico de la diseñadora Rosa Clará y lo lució con una romántica trenza de espiga ladeada decorada con una corona discreta de flores de Lito y Lola, un ramo muy romántico de varios colores: rosa empolvado, dorado, blanco… que le hizo la Floristería 5 Mood Shop, y con unos zapatos de charol color rosa apagado de la firma UNISA. Unos salones con tacón ancho y un poco de plataforma para poder aguantar cómodamente hasta el final de la celebración. Mientras que Javier fue con un traje de chaqueta en color gris de Pujol Vilà.

Para la decoración floral de la masía confiaron en el buen gusto de Belén de Forevents y para la decoración de las mesas optaron por botellas de diferentes tamaños pintadas a la tiza por la novia en colores rosa hippy chic, blanco jazmín y dorado, a juego con el ramo de novia. Y después las decoraron con rosas blancas.

Como ambos son dos apasionados del deporte, especialmente de la escalada deportiva, escogieron ese motivo como temática de la boda. El sitting fue un mapa de la Serra del Montsant, lugar que frecuentan para escalar, y en cada mesa pusieron el nombre de un lugar de escalada donde ya habían escalado ellos antes con una foto. Y en el mismo sitting había unos playmobils escalando que imitaban a los novios.

También prepararon un “rincón de la escalada” donde colgaron material suyo de escalar, fotos suyas escalando y donde pusieron también una cajita con pulseras de cuerda finita de escalada hechas por los novios para que cogieran todos los invitados, quienes se llevaron también de regalo jabones artesanales y un delicioso bote de mermelada casera de albaricoque hecha por los padres de la novia.

Laura, para el convite, lució el pelo suelto y para el baile nupcial escogieron un popurri de canciones. Empezaron lentamente con la canción de Moon River de la película Desayuno con diamantes, y al minuto de la canción cambiaron para sorprender a todos los invitados e hicieron una coreografía con varios temas musicales: Lean on de Major Lazer, Shape of you de Ed Sheeran, Me rehúso de Danny Ocean y Your Song de Moulin Rouge, una canción más relajada en la que aprovecharon para sacar a bailar a los padres de los novios.

Un momento de lo más divertido y especial que captó al detalle el equipo fotográfico de Pixelmoreno y el joven y maravilloso equipo de Piña Colada, quienes se encargaron de hacer el reportaje visual de toda su historia.

“Mágica”, así es como define Laura su historia y el día de su boda. Se ve y se percibe que hay mucha magia entre ellos y tanto su pedida como el día de su boda fue como de cuento. ¡Muchas felicidades a los dos y que seáis muy felices!

Lugar de celebración: Masía Campau | Vestido de novia: Rosa Clarà – Barcelona | Traje de novio: Pujol Vilà (de Reus) | Floristería: 5 Mood Shop | Maquillaje y Peinado: Sara Rigola | Wedding planner y Catering: Forevents | Fotógrafo y Photocall: Pixelmoreno | Videógrafo: Piña Colada | Dj: Music4you

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