La Finca de Cutamilla es un lugar único para celebrar un enlace. El Palacete del Monte de Cutamilla es un gran espacio territorial, privado y exclusivo de 1.200 hectáreas en el valle del río Henares. En las cercanías de la ciudad medieval de Sigüenza se encuentra esta reserva natural histórica que figura en el inventario de cazadores reales y en el que, en su momento, disfrutó de la montería Alfonso XI.
El palacete, estilo Art Nouveau, fue edificado a finales del S. XIX por el Duque de Pastrana y fue visitado por importantes personajes de la realeza y la política madrileña. Las aguas que rodean el palacete están siendo envasadas como Agua Mineral Natural bajo la marca Font Vella.
A la finca sólo se puede acceder con cita previa y acreditación. Está situada a 117 km de Madrid, aproximadamente a una hora del aeropuerto Madrid-Barajas.
La construcción consta de tres plantas más una bodega en el sótano. Toda la decoración y el mobiliario responden al estilo de la época, con suelos de pino melis. Alrededor de la casa hay un jardín con césped antiguo de unos 500 metros cuadrados, más otras zonas de parque y paseos que suman unos 3.000 metros cuadrados más de zonas verdes. También existe una capilla del S. XIX.
Para la boda ofrecen algo distinto y original, para hacer que los novios se sientan como si celebraran la boda en su propia finca. Los invitados llegarán y se sorprenderan con los jardines del Palacete con un paisaje impresionante. Una celebración que también puede tener lugar entre los espacios naturales más próximos, en la ribera del río Henares por ejemplo para la ceremonia civil, el aperitivo o el baile.
Los detalles de la boda relativos al catering se decidirán con la Chef propietaria, Mara Onses (MARACATERING). Sólo ofrece una boda por fin de semana y dos al mes, para poder tener los jardines perfectamente cuidados.
Es una maravilla. Un sitio inmejorable para celebrar el día más feliz de nuestras vidas. Tenemos claro que repetiríamos la celebración de nuestra boda aquí. Es un sitio especial; donde te sientes como en casa. Una delicia poder dormir en la finca, despertarte en ese maravilloso sitio..., desayunar en el jardín...
El equipo de profesionales que trabajan en la finca es inmejorable; cuidando cada detalle, muy amables y cercanos. Nos dieron todas las facilidades para hacer la boda que queríamos, aportando ideas, ayudando en todo.
El servicio de comida de Mara Catering, de 10! Tiene un montón de opciones entre las que elegir y todo estaba riquísimo!
Un mes más tarde de nuestra boda los invitados aún comentan lo espectacular del sitio, lo rica que estaba la comida y lo bien que lo pasaron!
Si estçais pensando en tener una boda única y especial... este es el sitio!