Elegimos a Javier Sahagún tanto para la boda como para la preboda y la postboda y lo cierto es que acertamos de lleno con nuestra decisión. Tanto es así, que hoy en día se ha convertido en nuestro fotógrafo de familia y hará también nuestras fotos de embarazo

Además de la calidad de las imágenes, con Javier siempre tenemos asegurado un buen rato de risas y buen royo que guardaremos en nuestra cajita de recuerdos junto con sus fotografías.

¡¡Gracias Javi!!

Lo encontramos un poco por casualidad, pero nos ganó desde el principio.

Aunque no hicimos preboda, desde el primer momento nos sentimos a gusto delante de su objetivo, sin hacernos posar de forma forzada, solo que nos moviesemos como solemos hacerlo y también nos propuso algún juego para que salieran esos momentos más naturales.

Además solo necesito 2 ratos de 10 minutos para sacarnos las fotos de sesión, así pudimos estar más tiempo con los invitados.

Nuestros invitados y familiares también quedaron encantados con el currazo que se dio.

Uno de los grandes aciertos de nuestra boda (y eso que salió todo perfecto) :)

Elegimos a Javi un poco a ciegas. No lo conocimos en persona y todo fue basándonos en sus críticas y en su catálogo. Lo determinante fue la llamada que nos hizo y el buen rollo que nos transmitió.

Y vaya si acertamos!

El resultado ha sido espectacular y las fotos auténticas joyas. El uso del color es una preciosidad, y las que son en blanco y negro transmiten ese tono nostálgico tan bonito. Nosotros queríamos alguien que no estuviera acosándonos a fotos, y doy fe de que ni nosotros ni los invitados se dieron cuenta de la presencia del objetivo en muchas ocasiones.

También tuvo en cuenta nuestra inexperiencia para posar los escasos minutos que nos apartamos para ello, y con sus trucos consiguió emocionarnos y unas fotos dignas de enmarcar. Además, nos secuestraron para fotos de grupo, algo que no queríamos, y Javi disparaba a una velocidad que consiguió que ese momento se hiciera mucho menos pesado. Además, que sacó fotos del entorno, de los detalles, de los invitados, y de los varios momentos importantes. No falta ni uno del rato que estuvo.

Destaco también su rapidez para entregar el trabajo listo, y por encima de todo, su simpatía y buen rollo. Ha caído genial a todo el mundo y no han parado de decírnoslo.

Sin lugar a dudas volveríamos a contratarlo, ya que nos ha enamorado.