Cuando en 2012 decidí crear mi propia marca de mermeladas, tenía claro que quería crear regalos para bodas, diferentes. Yo misma he ido recopilando regalos de mis amigos y familiares, que terminaban guardados en un cajón. Estaba segura que podía preparar regalos prácticos, ricos y que serían disfrutados y recordados con el mismo cariño que lleva su preparación.
Las frutas y verduras recolectadas en el campo canario, en su temporada y sin pasar por cámaras de frío, tienen un sabor y aroma increíbles. Es lo que quiero mantener en nuestras mermeladas y por eso compro la fruta directamente al agricultor. A las pocas horas ya la estoy cocinando y listas para envasar y saborear.
Mis elaboraciones son la mayoría recetas propias y el proceso es artesanal, por lo que todo se hace a mano, desde el pelado de la fruta hasta el etiquetado final.Las ediciones son limitadas y esto ayuda a que nuestras
mermeladas sean un éxito, porque no son un regalo estándar.