Cuando veas mis fotos, verás que me gusta mostrar pequeños detalles que cuentan una historia. Parejas que confían y les gusta mi forma de mirar, que se sienten cómodas y se enfocan en pasarlo bien y disfrutar con su amigos y familia.
Parejas que se muestran en la mejor versión de sí mismas mientras capturo la dinámica y emociones íntimas entre los dos.
Mi objetivo siempre es tratar el día como algo único y buscar y capturar momentos genuinos de una manera que resalte la atmósfera emocional.
Me encantan las imágenes guiadas por la narrativa, pero dándoles un aspecto de cine o pintura.
Son imágenes artísticas y de naturaleza íntima, fotografías evocadoras que inspiran calma y al mismo tiempo transmiten intensidad.
Por eso apuesto por la elegancia atemporal. No hay nada forzado en las parejas. Lejos de tendencias y modas. Para que mis reportajes conserven su poder en 25-50 años.
Imágenes eternas, emociones honestas, momentos auténticos y sin sentimentalismos forzados.
Las bodas deben ser especiales y memorables, pero no perfectas.