El Parador de Alcañiz, es un castillo-convento de los siglos XII-XIII. Perfectamente remodelado y acondicionado pero sin perder el encanto que le caracteriza. Conserva murales góticos, el sepulcro plateresco, y su preciosa fachada barroca. Está situado en lugar privilegiado en altura, desde donde ofrecer unas maravillosas vistas de todo el entorno natural de maravilloso enclave.
Cuenta con dos salones combinables que tiene una capacidad máxima de 230 comensales en banquete. En el Parador de Alcañiz podrás disfrutar de una cocina maravillosa, con platos como alubias de El Pilar, borrajas, ternasco de Aragón, bacalao a la baturra. jamón de Teruel y melocotón de Calanda. Sus platos son muy variados y elaborados con productos de temporada de primera calidad. Su oferta de platos se ajustará muy bien a vuestras preferencias y sorprenderá a vuestros invitados.
Por otro lado, hay que destacar las 37 habitaciones decoradas de manera exquisita y en armonía con toda la arquitectura y la elegante decoración del resto de estancias del parador. Celebrar vuestro gran día en el Parador de Alcañiz, siempre es un acierto.
Mi opinión de El Parador de Alcañiz es muy buena,aunque no puedo decir lo mismo del restaurante del Parador.
Partimos de la base de que soy intolerante a la fructosa y dije que no podía comer ni fruta ni Dulces.
Pedí ternasco de Aragón y me pusieron un trozo ínfimo,deshuesado y con mucha grasa, que dije que ya que le habían quitado los huesos le podían haber quitado la grasa,Mi Marido se pidió solomillo de ternera y estaba muy seco y duro,me ofrecieron que quería de postre,cuando dije que no podía fruta ni Dulces,lo dije en recepción y la explicación que me dieron no me convenció.