A Lizaranzu fotógrafos le encanta su trabajo. Reinventa la fotografía de boda, dejando atrás los convencionalismos clásicos y edulcorados. Los reportajes que realiza son personales, cercanos y atractivos para captar imágenes impactantes, llenas de vida y movimiento que reflejan las emociones reales vividas durante la boda.

A veces la memoria es demasiado frágil y olvida lo más importante. Todo lo vivido durante el día de vuestra boda no tiene por qué ser algo fugaz.

Dada su experiencia como novios, saben que todo pasa muy rápido y con los nervios, apenas os dais cuenta de lo que pasa a vuestro alrededor y aquí es donde quieren ayudaros.

La base de su trabajo reside en la confianza y complicidad con el cliente. Para ellos, el contacto con los novios es fundamental e imprescindible, creando un clima de confianza para que, llegado el día, nadie se sienta extraño.

Su trabajo destaca por tener un estilo fotográfico de bodas sensible, espontáneo y natural. Su objetivo es reflejar todas las emociones que se viven en ese día tan especial de la forma más espontánea posible, nada de posados.

Lo más importante es que sus parejas sean ellos mismos, para crear recuerdos que puedas tocar.