La especialización del Antiguo Convento de Boadilla comenzó en los eventos sociales, dada la singularidad y perfecta adecuación de nuestras instalaciones. La belleza de los espacios llegó de la mano de la exquisita gastronomía, ubicándose como sede de referencia.
En este lugar crean tu evento a la medida de tus deseos para que tú te encargues tan sólo del deleite y que disfrutes de tus invitados y de un día tan especial.
Podréis degustar el cocktail en un magnífico claustro que data de 1674 o en un precioso jardín rodeado de lavanda y escrutado por las cigüeñas. También podréis disfrutar de alguna de las dependencias que fueron antaño ocupadas por quienes habitaron este lugar sin igual. Todo ello son tan sólo algunas de los detalles que hacen que cada celebración sea simplemente perfecta. En definitiva, en este antiguo convento no dejan ningún detalle al azar. Según ellos, en todo esto radica su afamado “savoir faire”.
Mala organización, no te dicen que exigen un mínimo de 150 personas, hasta que estás allí.Nos hicieron ir hasta allí, perdiendo el tiempo, gasolina ..etc, después de saber que nuestra solicitud era para 100 personas,y encima la persona que nos atiende, nos dice con toda su cara, " Pues invitad a más gente" "cambiad de fecha o mes" nosotros alucinando, con la cero profesionalidad que se gastan.Cero recomendación.Os deberían dar un toque, porque la gente invierte su ilusión y su dinero en un día tan importante, cómo para que haya gente al mando de este tipo de eventos.
Trato muy desagradable y antipático. Solicitamos información y nos llamaron por teléfono para concertar una cita. El día que íbamos a ir nos dijeron de muy malos modos por teléfono que no merecía la pena que fuéramos porque para 150 personas podían ofrecernos como mucho algún domingo de agosto y haciéndonos un favor. Obviamente descartado porque yo elijo la fecha de mi boda, pero sobre todo por la mala educación con la que nos han tratado.
Después de echarle un tiento lo aconsejo de verás. Todo riquísimo!.