Smiling nace en el mes de Octubre de 2006 con la pretensión de eliminar numerosos clichés en lo que a clínicas dentales se refiere.

Hasta ahora ir al dentista poco menos que requería hasta la preparación mental para acometer la visita con entereza y poder salir airoso. Sin embargo la llegad a de Smiling al sector pretende naturalizar este momento, convirtiéndolo en algo agradable y sin traumas.

Entrar en Smiling supone una experiencia grata para la vista. La arquitectura y decoración son protagonistas desde su mismo nacimiento. No sería lo que es en otro entorno. El blanco y el verde dominan las estancias donde no hay esquinas en los techos y paredes, ni pomos en las puertas.

El olor: una de las grandes barreras a la hora de visitar al odontólogo. En este caso, siguiendo el color corporativo de la compañía, el verde, el olor nada más cruzar el Umbral de la puerta es el de la manzana.

La luz: Smiling recuerda a los locales propios de la zona más “in” de Madrid. En pleno corazón de Chueca, la clínica bien podría ser un café donde departir con los amigos, como pretende ser mientras espera se atendido.

El Uniforme: Los doctores que atenderán en Smiling no te “sorprenderán” con la típica bata blanca, sino con jeans y camisetas con el color corporativo. También han pasado a la historia los zuecos blancos de los años 70. Ahora los siguen utilizando, pero de piel de serpiente, de la marca Farrutx.