Javier Sánchez ve el mundo en fotografías, con cámara o sin ella, siempre va tomando como suyas fotos de cada escena que pasa por delante de sus ojos.
La fotografía de boda ha llegado a él de manera natural. Pasó de ser fotógrafo de viajes a fotógrafo de personas, esto le acercó al mundo de la moda del que sigue disfrutando, y las nuevas tendencias en fotografía de boda le han ido atrapando poco a poco, se han ido acercando a su manera de mirar.
Con sus experiencias ha ido descubriendo lo que disfruta recogiendo las emociones, la frescura, la alegría y la belleza de un día tan especial y emocionante como el de la boda.
La fotografía de boda conecta todo aquello que le gusta hacer. Le permite viajar y conocer nuevos lugares, fotografiar personas viviendo un momento especial, atrapar emociones para el recuerdo, y llevarlas de nuevo a los ojos de aquellos que lo vivieron.
Me sorprendo al ver las fotos de que no sé cuándo me las hicieron. No noté la presencia de los fotógrafos en ningún momento, por lo que el resultado es muy espontáneo. A nuestra boda, asistieron Javier y un compañero, y ambos hicieron un trabajo estupendo. Estamos más que satisfechos con el trabajo y trato. Su cercanía te aporta seguridad. Lo volveríamos a elegir.
En todo momento nos sentimos cómodos gracias a su cercanía y su trato profesional. Lo que más me gustó es que no nos indicaba a tomar poses forzadas, si no que todo era naturalidad. Aunque era reacia a hacer la preboda, ahora lo recomiendo porque te ayuda a soltarte un poco y perder el miedo a la cámara. Durante el día de la boda, desde principio a fin, el trato profesional de Javier y su equipo fue insuperable. No mete prisas, ni exigencias, todo fluye de manera natural y eso se refleja en cada foto. Más que recomendable!!
Estamos maravillados con el trabajo de Javier, todo fue genial y lo recomiendo a todas las parejas!