Mas Oliveres es un espacio singular para la celebración de bodas en el hotel Pla de Palau, en Girona. A 5 km de Figueras y rodeado de naturaleza encontrará un lugar que transmite calma y serenidad. Disfrutará de un espacio singular y versátil donde poder celebrar un amplio abanico de eventos sociales y de empresa. Podrá elegir entre un montón de actividades deportivas y culturales durante todo el año. Todo ello muy cerca de las mejores playas de la Costa Brava y los atractivos de la Garrotxa.
La personalidad de cadasú es un sello distintivo de cada acto y desde Mas Oliveres se esforzan por ofrecer un espacio flexible que se adapte a sus deseos, donde novios e invitados tengan la sensación de encontrarse entre amigos. La sala ofrece 140 m² y una capacidad para 120 personas sentadas. A través de tres ventanales pivotantes, la sala se abre a una terraza de 300 m² con unas magníficas vistas del Canigó. Perfecto para tomar el aire y disfrutar del entorno o bien para ampliar, mediante el uso de carpas, la capacidad de la sala en caso de necesidad.
El Mas Oliveres es un lugar bonito para hacer ceremonias pero el dueño (SR. Joan) y la gerencia en general del lugar son poco profesionales.
A pocos días antes de realizar nuestra boda nos cambiaron el presupuesto, nos impusieron nuevas reglas y se negaba a contestar mis llamadas para aclarar detalles.
Fue mal educado, faltó a su palabra, amenazó con no realizar la boda en caso de no acceder a sus nuevas condiciones. Igualmente se negó a mandarnos una factura a pesar de haber cobrado IVA.
Causó mucho estrés antes del evento y no le recomiendo a nadie pasar por esa situación. Es mejor casarse en otro lugar en el que las cumplan las condiciones ofrecidas en un principio.
Ens hem casat allà,
La veritat que des de la primera reunió amb ell, hem anat de decepció en decepció.
Tot i que les instal·Lacions són precioses, tant el tema econòmic, com de gestió has sigut nefastos.
Estem molt descontents, del tracte que vam rebre tant el dia del casament , com el següent. Fins i tot, ens va acusar de que a la casa hi dormien més persones del compte, perquè hi havien masses cotxes al parking, i era perquè la gent havia begut i va preferir agafar un taxi fins l'hotel on dormien.
Moltes sorpreses econòmiques que no ens esperavem, les llums caríssimes, el sopar del dia anterior també, fins hi tot ens va cobrar dos trossos de pernil que li va donar a la meva neboda petita.
Molt deceptionant.