Mònica Vidal juega con una cámara en las manos desde hace 15 años. Empezó siendo un hobby aunque terminó enamorándose de fotografiar el amor. Parejas pero también familias, embarazos y bebés. Eso sí: estar de boda es estar en su salsa.
Tres palabras definen sus fotos:
Alegres - Porque adorar capturar sonrisas y carcajadas. Con los años ha aprendido a generar situaciones que le regalan momentos felices y divertidos de manera natural. Su misión es que, al ver las fotos, todas esas sonrisas se os contagien y recordéis lo bien que lo pasasteis el día de la boda o el día de la sesión.
Cercanas - Porque se mezcla entre los invitados para capturar la fiesta desde dentro. Sabe que una boda es tanto de los novios como de sus invitados, así que intentará pasar desapercibida para capturar esos momentos importantes sin ser vista.
Naturales - Mònica dice que no le gustan las poses. Ella prefiere generar situaciones en las que poséis sin daros cuenta. Os olvidaréis de la cámara, os centraréis en lo que estáis viviendo y conseguirá hacer unas fotos que serán completamente vuestras en las que os reconoceréis al 100%
Por cierto, dice Mònica que es experta en tímidos y en personas con miedo a las cámaras... Así que si es tu caso... ¡ya sabes! :)