Sentirás que estás en una auténtica fortaleza medieval del siglo X. Podrás contemplar su piedra inmensa y desnuda que enmarca el patio, rodeada de verdes enredaderas, y coronada por espacios adornados con arcos, forjados y artesonados.
Las vistas desde algunas habitaciones y desde la terraza sobre la costa francesa y el mar completan la belleza indescriptible del lugar.
El Parador de Hondarribia, cuyas laboriosa y prolongada restauración comenzó en 1929, dispone de dos salones, por los que han pasado, al igual que por sus elegantes habitaciones, conocidos personajes a lo largo de la historia.