El año pasado celebré mi boda en el Restaurante Azurmendi de Larrabetzu, y fue todo un acierto. La verdad es que teníamos clarísimo que la ceremonia tendría lugar en los viñedos del Restaurante. Habíamos estado en alguna boda previamente y quien los visita una vez, sabe lo maravilloso que es ese entorno. Es un lugar muy bonito para celebrar una boda. El momento andando hacia el novio, con la canción que habíamos elegido, rodeado de seres queridos y en medio de esa belleza natural, es muy especial. Lo  decoran precioso para la ocasión, y el paraje es idílico, tanto para los novios como para los invitados. Me encantó ver disfrutando a los invitados con una copa de txakoli de los propios viñedos en la mano mientras nosotros aprovechábamos la belleza del paraje para sacarnos algunas fotos tras la ceremonia. De allí pasamos al cocktail en la imponente entrada del restaurante. Del menú no hay palabras: queríamos que nuestros amigos y familiares disfrutaran cada momento de ese día, y sabíamos que Eneko Atxa era el único que podía darnos lo que buscábamos: lo mejor, del mejor. Desde el principio fue muy fácil encontrar un menú a nuestra medida. Queríamos un menú creativo y especial, pero sin ser excesivamente arriesgados, ya que el objetivo es que le guste a todo el mundo. Sin duda, fueron capaces de ofrecernos un menú que sorprendió y encantó a partes iguales de principio a fin.  El resto del día...inolvidable: reímos, lloramos, bailamos.... fue un día irrepetible, que nunca olvidaremos. Para el baile tienen otro edificio contiguo para continuar la fiesta, lo cual, nosotros valoramos enormemente. Sabíamos que no queríamos obligar a nadie a coger el autobús para cambiar de sitio en medio de la fiesta, es una de las cosas que menos nos gustaba de las bodas en las que habíamos estado antes.

Si volviera a casarme sería en el Azurmendi. En Bizkaia no hay un lugar mejor.