Gusto y paladar… Tacto, mimo. Oído... Brisa, olor, campo ¿Veo? ¡Justo lo que quiero! Máxima expresión en cinco sentidos.
No es fácil encontrar un lugar tan especial para celebrar el momento más importante en la vida de una pareja. Un lugar con encanto, a un paso de Madrid, es el Palacio del Negralejo.
El Negralejo es una antigua finca de recreo a orillas del río Henares que aún conserva ese aire aristócrata, exclusivo y al mismo tiempo rural y romántico. La finca puede presumir de tener dos detalles que pocos lugares de celebración pueden ofrecer:
- Ermita de San Antonio: originaria del Palacio. Hoy se ofrece a los novios que desean celebrar una ceremonia religiosa íntima y privada.
- Cuarto de la Novia: el antiguo cuarto de la maestra ha sido reformado y convertido ahora en el Cuarto de la Novia. Muebles vintage, butacas y grandes espejos para que, horas antes del enlace, puedas vestirte, maquillarte....Relajarte con tus familiares y amigos más cercanos.
El Palacio del Negralejo ofrece diversos espacios vérsatiles y con personalidad para todo tipo de celebraciones: Boxes, Pérgola, Rosaleda y Mejorada. Sus innumerables jardines exteriores son perfectos para una boda civil.
Más de treinta años de experiencia en organización de bodas y eventos consolidan esta maravillosa finca como referente gastronómico. De sus fogones salen propuestas elaboradas con las mejores materias primas. Una cocina con influencia vasco-castellana pero con toques de autor.
Su equipo de profesionales ofrecen una atención y un servicio personalizado y os ayudarán a cubrir todas las necesidades que podáis tener para que este día tan especial sea un éxito.
Cuenta también con un restaurante donde puedes conocer tanto su gastronomía como el trato especial de su personal. En familia, con amigos o para recordar ese día tan especial.
Opiniones (4)
Profesionalidad
Calidad/precio
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Nos casamos en 2003 y no pudo ser más bonito y especial....el año que viene queremos hacer la comunión de nuestro hijo Pablo allí.. ..
Nosotros nos casamos el 19 de junio de 2010 en el Palacio del Negralejo. Como éramos 250 invitados elegimos el invernadero, en el mismo jardín se celebró la ceremonia civil y el cocktail, por cierto, todo un acierto dejarnos aconsejar por la dirección, y elegir servir champagne en el mismo, a la gente le encantó. Sólo tengo buenos recuerdos de aquel día, organización y comida perfecta, y el sitio, a nuestro modo de ver, es maravilloso.
Es una antigua casona en un entorno muy bonito. He estado como invitado en dos bodas, un con ceremonia religiosa y otra civil allí en la misma finca. En ambas todo estuvo muy bien y con un servicio profesional, un lugar para acertar seguro.
El lugar espectacular, lleno de rincones y espacios que recuerdan la época y muy cuidados, la comida muy rica y el servicio correcto, lo pasamos genial.