Formada por un grupo de profesionales que siente verdadera pasión por su trabajo, El Blanco Perfecto, es una empresa especializada en fotografía de bodas. Con los objetivos de sus cámaras pretenden buscar un punto de vista muy alejado del tradicional, para realizar un reportaje de bodas diferente, fresco y natural.
Los fotógragos de El Blanco Perfecto se han formado con una reconocida empresa de fotografía del sector, El Marco Rojo. Por lo que su bagaje profesional en el mundo nupcial está más que garantizado. Son discretos, sentirás que sus cámaras no están con vosotros durante el reportaje pero ellos no se perderán ni un solo detalle, gesto o emoción. Son especialistas en capturar sonrisas y en pasarlo bien con su trabajo.
El Blanco Perfecto destaca la ilusión que sienten por cada nuevo proyecto: "dedicarse a la fotografía es algo mágico, y vosotros, nuestros clientes, hacéis que cada uno de nuestros disparos se convierta en magia, en un momento irrepetible y, al tiempo, eterno".
Muy recomendado
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Muy recomendado
Utilicé los servicios de El Blanco Perfecto en mi boda, en concreto Eduardo. Al margen del resultado final de las fotografías, desde el primer momento te dicen que habrá una reunión para que ambas partes puedan conocerse y que los novios puedan explicar qué quieren, cómo son, y qué esperan de sus fotos de boda. En nuestro caso no hubo tal reunión, y el primer contacto con el fotógrafo tuvo lugar por teléfono la misma mañana de la boda, después de varios intentos de contactar por mi parte. Está claro que la novia tiene muchas más cosas que hacer esa mañana que tener la reunión con el fotógrafo que ha contratado 5 meses antes.
Al recibir el trabajo final del fotógrafo, con mucha pena he de decir que he tirado el dinero con ellos, y que el mejor recuerdo que guardaré de la boda serán las fotos que hicieron los invitados con el móvil.
El estilo, más que improvisado, parece que es disparar fotos a lo loco, que alguna de 2000 saldrá bien. En la selección final que mandan, que realizan ellos con algún criterio imagino, no hay ninguna foto para imprimir de recuerdo, ni para mandar a un amigo, ni para nada, y desde luego es una selección tan poco cuidada, que tengo alguna foto que directamente nos ha entrado la risa al verla por no saber que objetivo tenía esa foto, si marcar arrugas a los invitados, michelines a las señoras, o hacer que el vestido blanco parezca gris.
Yo no era la profesional de la fotografía ese día ni es mi trabajo recordar al fotógrafo que en la boda hay un novio, una novia, y los padres de ambos: en concreto la madre de la novia sale en 2 fotografías ( de 500) y el padrino en 8, ni una foto de la familia junta, ni nada. Considero que se les paga para que lo hagan. Dejando al margen que las fotografías en las que salen, no miran a cámara, ni es una foto buscada.
La iluminación, que supuestamente es un punto fuerte de este tipo de fotografía ya que está una persona continuamente cargando con un iluminador gigante, en mis fotos es inútil, ya que todas las fotos tienen un filtro tremendo que ni con una queja previa por mi parte dejando claro que no queríamos filtros sepias ni B&N ni matizaciones de los colores han optado por quitarlos.
Por supuesto podía no haber comprado las fotos, pero claro, perdía la mitad del dinero que ya había pagado por adelantado; aunque 3 meses después no tengo claro si ahora he perdido el presupuesto entero y encima ganado el disgusto de no querer ni enseñar las fotos de la boda.
Esta es mi experiencia con El Blanco Perfecto. No se lo recomendaría a nadie la verdad.