Félix Faura elige para trabajar sólo bodas especiales y a novios especiales. Esa es su filosofía porque de ahí nacerán las bodas más especiales. Su estudio se sitúa en Málaga pero viaja por trabajo alrededor del mundo y también por toda España.
Este fotógrafo no elige a los novios por ser más o menos guapos o porque su boda cueste más o menos dinero. Busca novios que se desvivan por su boda, que cuando le escriben se les note que se casan por amor y que les interesa porque les gusta su fotografía y entienden su forma de trabajar.
Su fotografía reniega de los posados. Le gusta captar gestos, miradas, sentimientos, el fotógrafo tiene que ser un invitado más. El día de la boda suele llegar primero al lugar donde se viste el novio. Después visita a la novia y ya les acompaña hasta el lugar de la ceremonia. Ese día no tiene límite de horario. Hace fotografías en el lugar donde se vistan cada uno de los novios, lugar de la ceremonia (campo, iglesia, hotel, masía, cortijo, playa, etc…), durante el tiempo entre la ceremonia y el banquete, el baile, las sorpresas, los discursos de familiares, el photocall y la fiesta.