La fotografía ha evolucionado de una manera tan maravillosa, que hoy en día los medios son diversos e inmediatos para obtenerlas. Pero sólo los profesionales pueden dar un trabajo impecable a la hora de hablar de un evento y especialmente de la boda. Juyá, es un profesional que ya con 14 años ayudaba, a sus padres, hoy en día trabaja de forma independiente. Le gusta capturar emociones y sentimientos y se especializó en reportajes fotográficos de bodas porque dice que se mezclan lágrimas, sonrisas, tristezas y diversión.
Desde su punto de vista, la mejor historia es la no contada, la no oficial… por este motivo, se impone la fotografía que no requiere de poses. Con su trabajo fotográfico, Juyá pretende destacar y captar los detalles más sutiles de la boda y gracias a su lente, las escenas que retrata se convierten en las más significativas, las que revelan la verdadera historia del día. Es la fotografía casual, en contraluz, en blanco y negro, de un velo elevado por el viento, de unos pies cansados de tanto bailar, de unos ojos más enamorados que nunca, de un cabello listo para peinar, de una sonrisa que alienta, todo eso que pasa en una boda, y que no siempre se ve.