Al romanticismo de casarse en un viñedo, bajo un sol resplandeciente y con un espectacular fondo natural, se une el gusto por la exquisita gastronomía y los caldos españoles que normalmente suele acompañar a las bodegas de la Península. Te proponemos un recorrido por algunas de nuestras bodegas para bodas favoritas.
La Abadía Retuerta Le Domaine se encuentra a apenas 30 mintuos de Valladolid, y ocupa un puesto de honor en nuestro ranking por lo espectacular de su emplazamiento: una abadía del siglo XII rodeada de viñedos donde disfrutar del arte, el vino y la gastronomía. El monasterio, enclavado en el corazón de esta extensa finca, forma parte del patrimonio histórico de la región, y da pie a una de las bodegas más reclamadas para celebrar ceremonias de boda.
El hotel de cinco estrellas recupera algunos de los elementos artísticos del antiguo edificio, como los frescos de la iglesia y el refectorio. El resultado: un lugar único, que combina el estilo medieval y el equilibrio ecológico en 18 habitaciones y tres suites con vistas al viñedo, y que se ofrecen de forma gratuita a los novios en su noche de bodas.
Otro espacio que funde restaurante y bodega es Cepa 21, con cabida para hasta cuatrocientos comensales. Situado en plena Ribera del Duero, cuenta con amplias y modernas instalaciones, terrazas con vistas a los viñedos, y una carta de cocina castellana tradicional, elaborada con exquisita materia prima de la zona. Ideal para tus invitados amantes del buen comer.
A pocos minutos del centro de Gran Canaria, en el Parque Natural de Bandama, se encuentra la Bodega de Parrado, un impresionante espacio cercano a un cráter natural, y que constituye un lugar de referencia en la isla.
Construida a principios del siglo XIX, es la bodega más antigua de Gran Canaria, y dispone de un espacio articulado en torno a un amplio salón central, con capacidad para doscientos invitados; cifra que se eleva a cuatrocientos gracias a una terraza exterior: una preciosa zona abierta al sol, con sombras bajo grandes algarrobos y una magnífica pérgola de madera.
Nuestra última parada: la bodega del Marqués de Riscal, en La Rioja, uno de los símbolos arquitectónicos más significativos de la provincia. Rodeada de suaves colinas y viñedos, ofrece una amplia oferta gastronómica, regada con las cosechas más privilegiadas de las bodegas Marqués de Riscal, y el asesoramiento del chef Eduardo Lumbreras. Como telón de fondo para la ceremonia podréis elegir entre el vanguardista edificio de Frank O. Gehry, los mismos viñedos o el interior de las bodegas, rodeados de los barriles de vino de la última vendimia.
El hotel, además, pone a disposición de los novios un equipo de expertos, encargados de organizar desde la decoración y las flores, hasta la iluminación para un cóctel vespertino o una noche de baile. El detalle más exclusivo: la Ciudad del Vino solamente acoge una boda por día.
Si te ha gustado la idea de celebrar tu boda de la mano de la cultura del vino, visita lugares para bodas en La Rioja.
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