El Llagar de Castiello es uno de esos lugares mágicos. Con la tradición y la autenticidad como banderas, estamos ante uno de esos espacios de celebración únicos para dar el “sí, quiero”. Sito en las afueras de Gijón, siempre supera las expectativas gracias a la especialidad de su oferta, y sus novios lo corroboran con dosis infinitas de felicidad.
El Llagar de Castiello
España es un país variado con multitud de tradiciones. Estas tradiciones están ligadas a conceptos y formas de vida, muchas veces representadas en edificios característicos. Y el llagar brilla con luz propia en Asturias, pues es un edificio dedicado a la prensa de multitud de frutos, con la manzana como capitana para producir la sidra.
El Llagar de Castiello es un regalo para los amantes de las vida rural y de las tradiciones, pues utiliza las antiguas instalaciones del centro productor para ubicar bodas realmente increíbles. Así, cada visita al llagar supone una inmersión total en la vida asturiana de siempre, en la atmósfera que impregnó e impregna sus buenas costumbres. El mundo de la sidra, la gastronomía y toda la cultura asturiana se unen en un espacio que enamora a novios e invitados en cada celebración. Y se presenta con una impecable factura, restaurado y adaptado a las tendencias de la actualidad a nivel de diseño y comodidad, sin olvidar la esencia de antaño, todavía viva en cada uno de sus rincones. Así, la Casa de la Sidra, sobrenombre de la finca, se ha convertido en una referencia de todo el Principado de Asturias.
Interior y exterior
Como todo gran enclave asturiano, El Llagar de Castiello se encuentra rodeado de la naturaleza exuberante que caracteriza a la comunidad. Además, posee varios prados para celebrar bodas al aire libre (ceremonias civiles y/o banquetes), abiertas a la excelencia natural del complejo, pero sin renunciar al carácter íntimo que ofrece el llagar. Solo es necesario organizar el acontecimiento bajo sus cenadores, hacer uso de sus terrazas o recurrir al Mirador del Llagar.
En interior del complejo explota las características del llagar utilizando los grandes barriles como estrellas en el salón Los Toneles, uno de los pesos pesados del complejo. Un espacio amplio y decorado con el máximo cuidado posible.
Personalización
Cada espacio queda decorado según marcan los cánones de las tendencias, creando una comunión perfecta con el carácter rural y productor de la finca. Porque El Llagar de Castiello aúna lo mejor del pasado y del presente, componiendo una filosofía que se alargará hasta el futuro. Ello implica habilitar un sinfín de posibilidades y espacios para ubicar cada partida de la boda, entre ellos varios lugares originales para que las fotos del gran día sean irrepetibles.
Los novios tienen la capacidad de personalizar su boda hasta el último punto. Sirviéndose de los exteriores e interiores de la finca, su celebración debe transmitir la personalidad de los protagonistas. Por ello, el equipo de El Llagar de Castiello se entrega en cuerpo y alma en la creación del escenario nupcial perfecto para cada pareja. Y siempre tirando de su principal ingrediente: la emoción; no conciben ninguna boda sin este concepto único y valioso.
Tradición e innovación
Al tratarse de un llagar, la producción agrícola y el buen hacer gastronómico son el sancta sanctorum de la compañía. Así, cada uno de sus platos combina la maestría del pasado culinario de Asturias con la innovación que ha convertido la cocina en un verdadero arte. Destaca la comida de asador adaptada a los nuevos tiempos y la sidra producida en el propio llagar. De esta forma, es muy sencillo poner las bases de un banquete excelente.
El Llagar de Castiello es un rincón de Asturias único para celebrar el día más importante de una pareja. El matrimonio entre tradición y modernidad adquiere la máxima expresión en este lugar, con vistas a no separarse jamás. Espacios verdes, sidra, gastronomía única y buen servicio se unen en un todo perfecto para bodas inolvidables.
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