Quizá sea pronto, pero no está de más tener una guía sobre los nombres de niños y niñas de cara al futuro. ¿Cuáles están de moda? ¿Cuáles se salen de la norma? El mundo es amplio y sus integrantes tienen mucha imaginación, aunque otros cuantos se dejan llevar por las tendencias. ¿Y la tradición? Sí, hay nombres de antes que se han vuelto a recuperar. ¡Muy atentos!
Los clásicos intemporales
Aunque parezca mentira, hay nombres que nunca pasan de moda y siguen en alza con la intención de perpetuarse mucho tiempo. Daniel y Alejandro son nombres que no pertenecen a ninguna época y todavía triunfan entre los padres para colocar a sus niños. Para ellas, Lucía y María, siempre presentes en nuestra antroponimia. Además, siguiendo a estos, Hugo, Paula, Pablo y Daniela. En este último caso, se trata más de una moda que se ha incorporado en la sociedad y que ya forma parte de la regla. En este apartado, podéis seguir las tradiciones o intentar ser un poco más originales. ¡Ambas opciones son adecuadas! Depende de vosotros.
Nuevas incorporaciones
Aunque los nombres no sufren un cambio especialmente repentino, pues su implantación requiere cierto tiempo, algunos de ellos empiezan a abrirse paso, a pesar de no ocupar los primeros puestos. Muchos de estos nombres tienen que ver con la mezcla de culturas y con la fuerte influencia de Estados Unidos y de otras culturas, aunque en menor medida. Izan, Eric, Enzo, Adam, Mohamed, Dylan, Ian, Pol o Rayan son nombres que, con un origen extranjero, empiezan a colarse por nuestras fronteras.
Nombres medievales
Como todo lo antiguo vuelve a estar de moda, tal y como ha pasado con los pantalones pitillos, los vinilos y las gafas de pasta, los nombres de la Edad Media han vuelto con fuerza y sin ningún tipo de connotación negativa. De hecho, resultan, incluso, modernos. Mencía, Rodrigo, Jimena, Ricardo, Julieta, Tristán, Catalina, Alonso, Inés, Gadea, Enrique o Leonor son los más utilizados. En todos ellos se respira una aire de grandeza e importancia histórica. Son nombres poderosos a la par que delicados.
Los famosos y la cultura pop
Nos cuesta reconocerlo, pero el cine, la televisión y sus protagonistas tienen una gran influencia sobre nosotros. Quizá demasiada. Si no, no se verían nombres como Lionel, Leo o Cristiano. Tampoco faltan los padres “frikis” que homenajean sus películas y series favoritas. Izan, que proviene del nombre anglosajón Ethan, se puso muy de moda con la saga Misión Imposible. Cuando la serie Friends estaba en boca de todos, Ross y Rachel eran nombres muy utilizados. Por ello, no resulta raro que algunos padres llamen a sus hijos Arya, Tyrion o Khaleesi, todos ellos de Juego de Tronos; Sheldon o Penny por The Big Bang Theory; o Carrie por Sexo en Nueva York. Si os resulta extraño, un rato revelador: el hijo de Nicolas Cage se llama Kal-El, el nombre de Clark Kent (Superman) en su planeta de origen, Krypton. Todo puede pasar.
Lugares y momentos únicos
Para algunas parejas, los nombres de sus hijos no son un asunto baladí. Por ello, intentan añadirle importancia basándolo en algo significativo y representativo de la pareja. David Beckham elige los nombres de sus hijos teniendo en cuenta el lugar de concepción o de nacimiento: Brooklyn, Romeo y Cruz (su hija se llama Harper, pero quizá no siga la tendencia de sus hermanos). Los hijos de Gwyneth Paltrow se llaman Apple (sí, manzana) y Moses (Moisés). Cada pareja considera especial algo muy concreto y deciden darle vida de esta forma.
Nombres originales
En Zankyou nos gusta la originalidad. Por ello, aunque los nombres de siempre tienen su gracia, preferimos adoptar una actitud similar a la de los famosos sin ser demasiado pretenciosos. Un nombre original hace a una persona única. En este sentido, no está de más bucear en los orígenes de la familia, tener en cuenta algún viaje importante, extraer el nombre de alguna cultura que nos llame la atención (en la Grecia Antigua tenían verdaderas joyas) o basaros en alguna pasión personal. De esta forma, nombres como Siria, Adam, Abiel, Dafne o Althea aportan frescura y se salen de la norma. Estos nombres se alejan del ‘concepto Kevin’, muy típico en los 90 cuando se intentaba adoptar la cultura americana de una forma desacertada y hortera.
¿Has cogido alguna idea? Si todavía no habéis pensado en tener hijos, dejad este artículo en la recámara y volved a él cuando llegue el momento. Descubrid, además, las 20 experiencias que debéis vivir en pareja antes de que lleguen los hijos.
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