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8 problemas que sólo las personas altas podrán comprender
¡Si eres muy alto, seguro que te sientes identificado!
Ciertamente, los bajitos también tienen problemas que sólo ellos pueden entender, pero la persona promedio no tiene ni idea de a qué cantidad de problemas se tiene que enfrentar alguien muy alto en su día a día, y además pasar con dignidad. Las piernas de diez metros y los brazos largos, a veces, se empeñan en tener su propio camino… Las puertas, fachadas y columnas no tienen piedad contigo, y son más un obstáculo que una ayuda. ¡Si eres muy alto, seguro que te sientes identificado!
Los tacones están prohibidos desde los 15 años
Si ya eres un espárrago cuándo vas con zapato plano, ponerte tacones es como llevar un cartel resplandeciente para que todo el mundo te mire. Y no tienes muchas ganas de ser el foco de atención…
Te preguntan por costumbre si juegas al baloncesto
Y no sabes por qué, sólo por ser alto, tienes que ser bueno en los deportes. Lo cierto es que desde siempre has sido nulo en cualquier actividad física, pero el resto de la humanidad piensa que, sólo por tu tamaño, tienes que ser un crack.
En el supermercado siempre te piden ayuda para coger los productos situados en los estantes superiores
Leche en polvo de soja orgánica con vitamina C. O cualquier cosa que nadie nunca toma (de ahí que siempre esté arriba en las estanterías). ¡Y encima se te cae encima! Pero como eres el único que llega, te preguntan directamente, así que ir al supermercado es poco más que una tortura…
Encontrar a un hombre o a una mujer de tu tamaño es poco menos que una hazaña
Y lo sabes por experiencia. Encontrar una pareja que supere el metro ochenta y que además te quiera no es en absoluto tarea fácil.
A menudo te preguntan sobre medidas
No deja de sorprenderte la poca originalidad humana sobre las preguntas y reacciones que tienen. “¡Debe de ser divertido que te midan!”, “¿qué talla de pie tienes? No debe de ser nada fácil encontrar zapatos para ti” o “¿cómo te las apañas para comprar por Internet?”, son ya cuestiones a las que estás más que acostumbrado y para las que ya tienes respuestas típicas que das siempre.
Los pies se salen de la cama
Recuerdas con nostalgia los días en los que podías estar calentito entre las mantas. Ahora prefieres invertir en los calcetines que se usan con botas de montaña hechos de pura lana escocesa.
El avión -y el Mini- son un verdadero calvario
Para ti no son más que un instrumento de tortura moderno. Nada más absurdo que la invención del Mini. La gente se ha vuelto loca…
Siempre terminas llevando el paraguas
Tu obsesión: tener que compartir paraguas. Si lo lleva alguien más bajito no ves nada, te empapas por todas partes: por un lado, por detrás… Tu guía, agobiado, tiene que hacer piruetas para cubrirte y acaba con calambres en los brazos…
Pero, por supuesto, no todo son aspectos negativos. En el lado bueno de las cosas:
Siempre puedes encontrar tu talla de zapato en los outlets
Mientras tus amigas se desesperan por encontrar un par de la 38 en las rebajas, ¡para ti es fácil descubrir unas preciosas bailarinas de la 41!
En los conciertos o en el cine ¡ves todo!
Sí, tú eres esa persona a la que todo el mundo odia porque tapas la pantalla y es imposible ver contigo en un concierto. Pero a ti no te importa. De alguna manera es la compensación de la naturaleza por haberte hecho tan grande: ¡lo puedes ver todo y en cualquier lugar!
¿Te sientes identificada con este post? Si, por el contrario, eres bajita y estás buscando vestido de novia, no te pierdas la mejor selección de vestidos de novia para mujeres bajitas 2017.
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Carlos Lucca
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