12 diferencias entre el hombre con el que sales y el hombre con el que te casas
No es lo mismo salir con un chico que pensar en pasar el resto de tu vida con él y por eso, no es extraño que les pidamos cosas diferentes.
Cuántas veces has oído a tu madre decirte que las mujeres buscamos cualidades muy especiales en el hombre con el que nos casamos… Seguro que más de una. Y es que lo cierto es que, aunque podamos tardar más o menos en encontrar a nuestro hombre ideal (aquí te damos las claves para saber que es él), si hacemos un análisis nos damos cuenta de que buscamos cosas muy diferentes en los chicos con los que salimos que en el hombre con el que luego nos casamos. ¿Quieres saber cuáles son estas diferencias? ¡Te las contamos!
1. El hombre con el que sales piensa en lo que tú puedes ofrecerle a él, lo bien que se lo pasa contigo, cómo podéis pasarlo bien juntos… Pero si no tiene idea de buscar un mayor compromiso contigo ni de dar un paso adelante en la relación, no pasará al siguiente nivel, el del hombre con el que te casas. Él sí pensará no solo en lo que tú puedes ofrecerle a él, sino también en todo lo que puede ofrecerte a ti, cómo puede hacer que seas más feliz y buscará siempre tu bienestar.
2. El hombre con el que sales te invita a salir (aunque sea redundante). No busca un mayor compromiso y no te pedirá compromisos a ti tampoco. El hombre con el que finalmente te casarás, pronto empezará a pedirte citas en las que se interesará más por ti, por tu visión de la vida y que serán cada vez más frecuentes. Será el primer paso para sentar las bases de una relación solida para construir vuestro futuro.
3. En el hombre con el que sales valoras su físico, su carisma y lo atractivo que te resulta. Cuando encuentras al hombre con el que quieres casarte, el físico pasa al segundo plano. Aspectos como que te haga reír, que puedas hablar con él de cualquier cosa y sobre todo, que os tengáis un mutuo respeto, pasan a ser lo más importante.
4. El hombre con el que sales no tiene por qué mostrar interés en tu familia ni en tus amigos. Este, sin embargo, es un requisito imprescindible que sí deberá cumplir el hombre con el que te cases.
5. El hombre con el que sales debe ser atrevido, incluso un poco alocado. En esa fase buscas la diversión, quizá incluso el riesgo, que te aporten experiencias nuevas y que nunca haya una rutina. Sin embargo, cuando conoces al hombre con el que te acabarás casando, tienes claro que lo que necesitas es seguridad y confianza, una persona con la que poder construir un futuro juntos en el que habrá diversión, pero también responsabilidades. Recuerda que la convivencia no siempre es fácil (te lo contábamos en este post) y que querrás a tu lado alguien con quién poder compartir los quehaceres cotidianos.
6. El hombre con el que sales no está preocupado por el futuro, sino por el presente. ¿Por qué iba a preocuparse de lo que sucederá en unos años cuando no quiere o no tiene la necesidad de afrontar un compromiso? El hombre con el que te casas atesora el presente intentando que cada día sea especial, pero también se plantea el futuro y cómo quiere vivirlo contigo.
7. A los hombres con los que sales no les pedirás que tengan conversaciones profundas contigo, no te preocupará que no te pregunten qué te pasa o que no te ayuden a resolver tus problemas cuando estos se presenten. Sabes que solo estarán de paso en tus vidas. Cuando conozcas al hombre con el que podrías casarte, le pedirás un mayor compromiso y querrás que se preocupe por ti, por lo que te sucede y que te ayude a buscar soluciones a tus problemas. De hecho, querrás solucionar esas pequeñas dificultades como una pareja.
8. El hombre con el que sales no tiene por qué tener intención de formar una familia contigo. Pueden gustarle más o menos los niños o tener más o menos claro si quiere tenerlos en el futuro. El hombre con el que te casas debe compartir contigo tu idea sobre la familia. ¿Queréis tener hijos o este apartado no es una necesidad en vuestras vidas? Es un aspecto fundamental para que vuestro matrimonio tenga un futuro asegurado.
9. Cuando simplemente sales con un chico, sin plantearte un mayor futuro con él que la siguiente cita, no te importará su situación laboral ni sus aspiraciones en este ámbito. Cuando conoces al hombre con el que crees que podrías casarte, la economía y el trabajo se convierten en aspectos importantes. Necesitarás una seguridad, también económica, para formar con él una familia.
10. El hombre con el que sales sigue siendo para ti un misterio. Al hombre con el que te casas lo conoces tanto como a ti misma y darías la vida con él.
11. El hombre con el que sales es un buen compañero de fiestas, te lo pasas bien con él y te sientes cómoda a su lado. Sin embargo, la diferencia con el hombre con el que te casas es que no puedes imaginarte la vida sin él. No solo tiene todo lo anterior, sino que cuando no estás a su lado, sientes que te falta algo.
12. Con los hombres con los que sales quieres estar siempre perfecta, nada de despeinarte, de ir de trapillo o de no arreglarte. Todo eso cambia con el hombre con el que te casas. Te arreglarás para él, pero tendrás la seguridad de que si un día te veo con tu peor look, no solo no le importará sino que sabrá encontrar la belleza en ese momento.
Y es que, hay muchos hombres con los que puedes salir, pero solo uno es el elegido, para compartir tu vida con él y haceros felices mutuamente. Por todo ello, lo más importante es que los dos os respetéis y tengáis claro que compartís un proyecto de vida en común. Son los primeros pasos para que lo vuestro funcione.
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