¿Por qué celebramos realmente el día de San Valentín?
¡Llega San Valentín! ¿Conoces todo sobre esta fecha para enamorados? La leyenda se remonta a la Antigua Roma del siglo III.
Otro 14 de febrero llega a nuestros calendarios, con la misma dosis de amor e ilusión que en años anteriores. Aunque buena parte de la sociedad le ha colocado una etiqueta comercial y consumista, San Valentín tiene mucho más sentido de lo que se cree y, desde luego, el amor es su principal valedor. ¿No te lo crees? Tiraremos de historia (o leyenda) para alimentar tu espíritu curioso y romántico.
¿San Valentín existió realmente?
La leyenda cuenta que sí, por lo que no sabemos si se trata de un nuevo caso del Yeti o del Monstruo del Lago Ness. En este caso, su historia tiene un toque más sagrado, pues se trataba de un sacerdote romano cuyas venturas y desventuras se remontan al lejano siglo III d.C.
Por aquel entonces, Roma era muy diferente a como la conocemos hoy en día. De hecho, hasta 15 dioses poblaban el Olimpo de los romanos antes y después de que el milenio echara a andar. No obstante, el cristianismo, que aguantaba como podía las embestidas del Imperio, estaba representado por algunos fieles con ganas de instaurar un nuevo orden.
Uno de esos fieles era San Valentín, que casaba clandestinamente a las parejas enamoradas a pesar de la prohibición del Emperador Claudio II, uno de esos hombres con mala uva y una plétora de leyes de lo más represivas. El motivo de esa prohibición era la guerra, pues el Emperador entendía que los hombres sin “ataduras” rendirían mucho mejor en batalla que los solteros.
Una cruel detención
Harto de las insolencias de San Valentín, el Emperador Claudio II mandó detener al pobre sacerdote, que en un arrebato desesperado de fe intentó cristianizar al cruel magnate. Aunque finalmente no consiguió convencerlo, San Valentín sedujo al Emperador con su mensaje y estuvo cerca de llevarle a su terreno.
Sin embargo, los soldados y el Gobernador de Roma no estaban por la labor de que su Emperador sucumbiera a los encantos del cristianismo, por lo que hicieron cambiar de opinión a Claudio II y el sacerdote fue procesado.
Durante su enclaustramiento, San Valentín y el lugarteniente Asterius desarrollaron un vínculo desigual. Primeramente, el segundo se mofó del primero a causa de la religión que este último defendía, poniéndole a prueba con un difícil reto: devolver la vista a su hija ciega. El sacerdote hizo acopio de toda su fe y la hija de Asterius volvió a ver después de ser cristianizada. Evidentemente, Asterius quedó encantado con el bueno de San Valentín.
Un final agridulce
En el momento de la terapia de San Valentín con la joven muchacha, el primero quedó prendado de la segunda. Antes de morir, el sacerdote escribió una afectuosa nota de despedida a su amada con dos palabras que se han mantenido a lo largo del tiempo: “Tu Valentín”. Esa firma ha trascendido y se sigue utilizando para referirse al enamorado, así como la carta de amor se ha convertido en la carta de San Valentín.
Después de todo lo acaecido, el lugarteniente Asterius y su familia se convirtieron al cristianismo, honorando así la memoria del pobre San Valentín, al que no pudieron salvar a pesar de todo.
14 de febrero
La fecha tiene mucha más “miga” de lo que parece. Ese día de febrero, con el frío como malvado protagonista, se utilizaba como momento clave para casar por una sencilla razón: el día siguiente, 15 de febrero, se festejaba el día de la fertilidad o Lupercalia (el dios Lupercus era el culpable de esta celebración). Si los creyentes de aquella época buscaban una buena fecha para la concepción de su hijo, el 15 de febrero era el mejor día del año posible. Por ello, quizá por recrearse en su propia crueldad, la decapitación de San Valentín por parte de los romanos se ejecutó el 14 de febrero del año 270 d.C. Por ello, perder la cabeza por amor tiene mucho que ver con este trágico hecho.
Una reflexión sobre San Valentín
San Valentín es el 14 de febrero, pero el año es muy largo como para que solo exista un día socialmente romántico. Como cada pareja es un mundo, todas deben trabajar el amor a su forma si quieren no caer en la rutina y rebajar la intensidad de su llama. Por ello, te proponemos cómo decorar una cena romántica en San Valentín para que sorprendas a tu pareja en esta fecha y las 8 formas para evitar la rutina de pareja, además de todas las que se te ocurran a ti. ¡No dejes que el amor amenace con su extinción ni por un segundo!
Ahora que conoces la verdadera historia de San Valentín, quizá te apetezca homenajear a este héroe de la Edad Antigua. Si no, celebrad vuestro amor, que eso nunca está de más. Aquí, 7 planes más originales para San Valentín que volverán a enamorar a tu pareja y las mejores ideas para regalar a tu pareja en San Valentín.
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