Estos son los pensamientos secretos del novio en todas las etapas de una boda
Descubre lo que piensan los hombres en los acontecimientos del "día B".
Según las mujeres, los chicos son personas de una simpleza inusitada, tan complicados como el mecanismo de un chupete. En su cabeza, además de deporte y sexo, hay un vasto páramo con plantas rodadoras, y no mucho más. Por ello, es curioso que os preguntéis qué pensamos en cada momento, abriendo un mar de dudas en el que soléis ahogaros fácilmente. Efectivamente, los hombres somos algo más que el sexo opuesto. En el siglo XXI, nos emocionamos y sentimos a vuestro nivel. Llorar a moco tendido con una película de Kevin Costner no es el único sinónimo de sensibilidad. Así pues, y con la intención de acabar con los maliciosos tópicos que soléis colocarnos, descubre lo que pensamos en los diferentes momentos de una boda, nuestros secretos más oscuros. ¡Quizá os llevéis alguna sorpresa!
Pedida
En este apartado, una palabra predomina sobre el resto: presión. Ese concepto sale a relucir en muchos momentos de las relaciones, como podréis imaginar, pero aquí toma una preponderancia muy ligada al machismo. ¿Por qué debemos pedir la mano nosotros? No buscamos llevar los pantalones, sino compartir su peso. Estamos en el siglo XXI y esperamos equilibrio. También nos emociona que, dejando espectáculos horteras a un lado (bien lejos, a poder ser), nos hagáis sentir especiales y contemporáneos.
Sin embargo, a muchos de nosotros nos gusta proponer y preparar el asunto con cierta originalidad, ya sea a través de una gymkana (con el tesoro que imagináis al final) o en una montaña rusa. Si hacemos alguna historia de éstas y no os convence, intentad valorar el esfuerzo, que tenemos nuestro corazoncito.
Preparativos
Leed bien: ¡todos los chicos no tenemos mal gusto! Es cierto que algunos se precipitan con la extravagante mezcla de colores y estampados, pero no todas vosotras sois las hermanas pequeñas de Coco Channel en este campo. Pedid nuestra opinión y dejadnos participar de igual manera en la preparación de la boda. ¿Por qué os lo pedimos? Porque es lo típico, ya que soléis llevar la voz cantante, pero no debería ser así. Sería magnífico que dierais por hecho el reparto de tareas y decisiones importantes o, mejor aún, que la sociedad lo tuviera perfectamente asumido. A los chicos nos gusta la decoración y la jardinería y, por ende, sabemos qué silla y qué flores quedan bien en la boda que soñamos. No somos menos hombres por ello, sino chicos con delicadeza y buen gusto. No juzguéis de antemano nuestras habilidades, ¡por favor!
Despedida de soltero
Aquí también os alejáis con creces de la realidad, reduciendo nuestros gustos a los estereotipos que todavía llevamos a cuestas. Somo conscientes de que muchos hombres, algunos de ellos amigos nuestros, abogan por la interrupción de strippers en un evento social como la despedida de soltero. Si bien es cierto que es una práctica habitual entre el género masculino, muchos otros preferimos hacer un viaje con nuestros amigos a una ciudad europea, a una casa rural o practicar deportes de aventura sin ningún añadido sexual. Aunque éste es un momento ideal para sacar al hombre primitivo que llevamos dentro, muchos alargan la siesta de ese bobalicón y prefieren dejarle descansar hasta el fin de los tiempos. Y, no, ni los más “machitos” conseguirán que caigamos tan bajo como ellos por muchas tonterías que nos digan.
“El día de la novia”
No os equivoquéis: ¡es el día de los dos! Las parejas están conformadas por dos personas y ambas deben tener el mismo protagonismo. ¿El vestido es vistoso y costoso? Sí, ¿y qué? El traje es una pieza escogida al milímetro que nos deja como dandys de pasarela, que conste. Si vuestras amigas se limitan a comentar vuestro vestido, como si nosotros fuéramos colgados de vuestro brazo como un simple bolso, nos enfadaremos. Ambos destilamos elegancia y nos podemos meter a todos en el bolsillo juntos. Recordad que cada detalle también depende de nosotros y también nos merecemos la atención del objetivo de las cámaras.
Antes del “sí, quiero”
Cuando camináis hacia nosotros, no estamos pensando en el fútbol. ¡No más tópicos! Pensamos en vosotras, en el paso que estamos dando, en guardar ese bello instante en nuestra apreciada pinacoteca mental, junto a nuestro primer sobresaliente o al día que aprendimos a conducir. También circula por nuestra cabeza la idea de que el tiempo pasa, que vosotras, al igual que nosotros, no guardaremos para siempre ese maravilloso aspecto, pero que la vida en común, envejeciendo juntos, es un regalo, si cabe, mejor que esa preciosa imagen. Sí, pensamos todo eso, y mucho más. ¡Sorpresa!
Ahora que ya sabéis que no somos meros pedazos de carne con ojos, tened en cuenta todo esto de cara al futuro de vuestra boda. Equilibrio, sensibilidad y buen gusto son las palabras que deben primar. No lo olvidéis.
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