Por sorpresa: la boda japonesa de Silvia y Rubén
Una boda organizada en poco tiempo por el novio, de la que la novia se enteró el mismo día de la celebración. ¡No os perdáis esta singular historia!
Silvia y Rubén se conocieron en 2014 y un año más tarde comenzaron a vivir juntos. Ella tuvo que trasladarse a Mallorca por trabajo, y él, sin pensárselo, fue tras ella. Entonces, Rubén organizó un viaje a Japón para pedirle matrimonio en uno de los jardines más bonitos de Okayama, en Japón.
Sin embargo, no llegaron a poner fecha al enlace, hasta que Rubén comenzó a planear cada detalle de la boda con ayuda de las amigas de Silvia y, el día del cumpleaños de ella, el 16 de junio de 2018, la sorprendieron con una celebración y el intercambio de alianzas.
“Rubén buscó el restaurante, la fotógrafa, la peluquera… No faltaba detalle, y el día de mi cumpleaños me casé por sorpresa con el complot de todos los invitados, en una boda temática japonesa y con las coordenadas del jardín de Japón donde empezó todo”, cuenta la novia.
Los invitados recibieron las invitaciones diseñadas por Marina Acero, de temática japonesa, que ya daban una pista de cómo sería la boda. ¡Una gran sorpresa!
Los novios
Silvia lució un vestido corto blanco de El Corte Inglés que le regalaron sus amigas, al que añadió un kimono traído desde Japón. Lo combinó con unas espardeñas hechas a mano, un ramo de novia de Floristería Astrid. Jen de la Cruz fue el profesional que se encargó del peinado y el maquillaje de la novia, creando un look muy natural con un peinado de pelo suelto con ondas, aderezado con un tocado blanco de lado.
La ceremonia
En la ceremonia, celebrada en Lancaster Beach Club, se vivieron momentos de lo más románticos, ante la sorpresa aún de la novia, que no se lo podía creer. Allí, los invitados tuvieron su parte de ‘culpa’ en las sonrisas de alegría y las lágrimas de felicidad. La boda civil de estilo japonesa terminó con el intercambio de alianzas, unas bonitas piezas de joyería que adquirieron en Suárez.
Todos estos instantes fueron retratados por el objetivo de MANAU Fotògrafs, una de las mejores decisiones que tomaron los novios. “Son muy profesionales, tuvieron un trato muy cercano y estamos encantados con las fotos”, cuentan los novios.
Se trata de un equipo de fotógrafos con amplia experiencia en la fotografía en el sector nupcial. Además, cuentan con la ventaja de haber trabajado en el mundo de la moda y la publicidad, por lo que poseen un punto de vista que le otorga a sus imágenes un toque diferente, que combina el romanticismo propio de las bodas y la elegancia esencial de la moda.
Todo ello, sin olvidar la importancia de mostrar en las imágenes la naturalidad. Y eso lo consiguen pasando por la celebración como si fueran un invitado más, de manera que Silvia y Rubén no notaron su presencia y se sintieron completamente cómodos y en confianza. ¿El resultado? Imágenes especiales, únicas y espontáneas.
El banquete
El banquete lo celebraron en uno de los exclusivos espacios interiores de Lancaster Beach Club, decorados con un toque floral que daba el color necesario, por Marta López Pérez, y deleitándose con la exclusiva gastronomía del lugar. No faltó detalle, tanto en la decoración como en los manjares de que disfrutaron, terminando con una rica mesa de golosinas. Los invitados pudieron dejar su mensaje de buenos deseos a los novios en una mesa que prepararon especialmente para ello. ¡Una idea de lo más original!
Los novios recuerdan su boda como “toda una sorpresa”, y nosotros tenemos que confesar que nos encantan este tipo de enlaces que son un reto y que ponen la piel de gallina. ¡Enhorabuena pareja!
Fotógrafo: MANAU Fotògrafs | Lugar de celebración: Lancaster Beach Club | Ramo de novia: Floristería Astrid | Alianzas: Suárez | Decoración: Marta López | Catering: Lancaster | Dj y photocall: Grupo Lancaster
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