El look de los novios
Una de las cosas que más nos ha llamado la atención de esta boda es el increíble look de Gadea. Lució un precioso vestido de novia del Valenzuela Atelier. Fue el primero que visitó y tras dos horas con Cristina, canceló el resto de citas que tenía porque tuvo claro que quería que ella le hiciera su traje. Le acompañó su madre y ambas salieron totalmente convencidas y sin duda, acertaron porque el resultado ha sido maravilloso. La falda abotonada con cola y la parte de arriba de punto y manga larga es espectacular. El look se completó con un maquillaje muy natural y un recogido precioso y muy original al que añadió un lazo a juego con la falda del vestido que le hicieron en el propio atelier Valenzuela. Por su parte, el novio eligió un chaqué oscuro de Trajes Guzmán que combinó con un chaleco Príncipe de Gales y una corbata estampada en todos fucsia y azules de la misma marca.
- Lísola Fotografía
La celebración
La pareja se dio el “sí quiero” a las 12 de la mañana del 1 de mayo de este año en la Iglesia Nuestra Señora de la Asunción en Valdemorillo y el banquete y la fiesta en la finca el Soto de Cerrolén. A pesar de que las dos semanas anteriores hizo muy mal tiempo tuvieron mucha suerte porque en su boda hizo un día espectacular. Tras las lluvias y con el sol que hizo en su día el campo estaba precioso y pudieron ir en un coche descapotable desde la iglesia a la finca y fue un momento muy especial.
Gadea es la dueña de Mimosas en febrero, especialistas de decoración floral por lo que toda la decoración con flores de la boda y por su puesto su ramo de novia y los que entregaron en la fiesta los hizo ella y su madre. La preparación de la decoración de la boda la montaron unos días antes y aunque fue un trabajo duro para llegar a tiempo el resultado mereció mucho la pena. Además, a la hora de montarlo todo la ayuda de su familia fue fundamental. ¡un momento único que compartir en su día!
- Lisola Fotografía
Dado que la boda se celebró en este año tan extraño y no sabían si iban a poder bailar en la discoteca o no, decidieron hacer algo muy original: un bingo. Con las primeras copas y para animar a los asistentes hicieron un bingo con todos los invitados y resultó ser un acierto porque todos se divirtieron mucho. Todos tenían muchas ganas de disfrutar de un evento así y fue muy bonito para la pareja poder ver a amigos y familiares que llevaban sin ver un año y medio y esto lo hizo más especial si cabe. Además, hicieron bolsas personalizadas para los que iban ganando el bingo que contenía: una cerveza artesana, un vino, una mermelada casera y un marco de fotos hecho por la novia(producto estrella de Mimosas en febrero).
Una boda pensada al detalle para el disfrute no solo de los novios sino también de los invitados. El buen tiempo, los grades amigos y familiares, un lugar bonito y acogedor y lo más importante, una pareja enamorada, hicieron de esta boda un día inolvidable para todos. ¡Descubre el resto de las fotos en la galería!
Créditos:
Flores: Mimosas en febrero | Fotografía: Lísola Fotografía | Vestido de novia:Valenzuela Atelier | Maquillaje y peluquería: Saray Sojo | Sandalias: Flor de Asoka | Lugar de celebración y catering: Soto de Cerrolén y Cortés de Moraga | Bata: Guizal | Lazo del ramo: Warm & wild | Traje del novio: Trajes Guzmán.
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