¡Se enamoraron siendo niños y ahora están casados!
A pesar de las dificultades, ambos consiguieron mantener el contacto y hacernos creer que todo es posible. La cuenta de Instagram The Way We Met nos lo cuenta.
Los niños saben mucho más de lo que parece. Su mente inocente y ausencia de experiencia les coloca como personitas monas, tiernas y divertidas, sin ningún tipo de trasfondo ni posible decisión en su haber. Pero cuando se dice que “los borrachos y los niños dicen la verdad”, hablamos de un concepto limpio de la vida, sin barreras, sin presiones, sin prejuicios y sin reflexiones superfluas. Los niños piensan y dicen la verdad. Punto.
Si crees que conoces al amor de tu vida con tres años, quizá haya algo imperceptible e inexplicable que te permita llegar a esa conclusión. En este tipo de pensamientos, no valen los amores platónicos ni las inyecciones de hormonas ni la idealización fruto de la edad. Hay algo más. Hablamos de dos jóvenes que se conocieron en preescolar, justo a la edad de tres años. Ahora, nuestros protagonistas están prometidos. Su historia, contada a través de la cuenta de Instagram The Way We Met, es esta:
“Laura y y nos conocimos en preescolar. Uno de los primeros recuerdos que tengo es el de estar enfrente de mi clase con tres años y decirle que algún día me casaría con ella.
De niños, Laura me enseñó cómo montar en los columpios, cómo dibujar montañas y la manera correcta de comer queso de hebra. También encontramos recuerdos de jugar al escondite, perseguirnos el uno al otro en el patio y quedarnos levantados durante la siesta.
Estuve enamorado de Laura como niño y lo sigo estando ahora. Perdimos el contacto durante el colegio y durante los siguientes siete años solo nos vimos las caras a través de la felicitación navideña anual. Pero, por circunstancias de la vida, volvimos a retomar el contacto en el instituto gracias a un amigo en común. En tan solo dos semanas, empezamos a salir. Continuamos saliendo durante todo el instituto, incluso cuando cambiamos de escuelas. También a distancia, cuando seguimos estudiando en diferentes estados del país.
Seguimos siendo novios hasta el 23 de mayo de 2015, fecha en la que decidí cumplir con mi promesa de preescolar y convertir a Laura en mi mujer. La proposición fue en el lugar en el que empezó todo: nuestra clase de preescolar.“
Esta historia es una de las más emocionantes, sinceras y auténticas que hemos contado en Zankyou. También es una oda al amor y, por tanto, el reflejo de nuestra filosofía. ¿Y tú? ¿Todavía recuerdas a ese primer amor?
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